Golpe al contrabando de tabaco: detenidos 7 presuntos miembros de una organización en Ontígola y Seseña

operación tAbalo

Liderada supuestamente por un español de 38 años, mantenía a dos trabajadores paraguayos malviviendo en una nave. Sólo salían a la calle acompañados por el jefe. Se les intervino 10 toneladas de tabaco

El juez que instruye el caso decretó la libertad provisional para los cuatro que comparecieron. Se les imputa un delito de contrabando de tabaco y otro de pertenencia a grupo criminal

En la fotografía, bolsas con tabaco/Vídeo de la Operación Tabalo Guardia Civil

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La Guardia Civil ha dado un golpe al contrabando de tabaco en la provincia de Toledo. No sólo eso. También ha sacado a la luz las condiciones infrahumanas en las que dos de los implicados vivían dentro de una nave, mientras que su jefe, una especie de tirano, lo hacía a todo tren.

Con la detención de cuatro españoles y tres paraguayos, los agentes al frente de este caso han desarticulado una presunta red en Ontígola y Seseña, localidades distantes 25 kilómetros y situadas junto a la Radial 4 y la A-4 (autovía del Sur). Se les ha decomisado diez toneladas de tabaco.

La investigación arrancó en febrero en el puesto de Villacañas. A los agentes de su equipo de Policía Judicial les llamó la atención el trasiego de camiones y furgonetas en una nave sin aparente actividad en el polígono industrial Los Albardiales de Ontígola, entre la R-4 y la A-4, y a cinco kilómetros del casco urbano.

Con apostaderos discretos (vigilancias), los investigadores fueron testigos cómo en la nave los sospechosos mantenían siempre las puertas cerradas. De día y de noche. Solamente cuando se aproximaba un transporte, los trabajadores permitían el paso al interior de la nave y, nada más entrar, cerraban las puertas apresuradamente.

Cada semana, llegaba un tráiler con matrícula extranjera y comenzaba entonces el tráfico de furgonetas, que entraban y salían de la nave. Por ello, los agentes intensificaron sus vigilancias y concluyeron que unos vehículos se dirigían al sur de España y otras, a la cercana localidad de Seseña.

A finales de mayo, averiguaron que las cargas de los tráileres que entraban semanalmente en la nave de Ontígola transportaban hojas de tabaco. Con este dato, comenzaron las indagaciones para identificar a las personas sospechosas de formar parte del entramado. Así, los agentes averiguaron las filiaciones completas y el rol de cada miembro en la organización.

Estructura jerarquizada y bien definida

Un español de 38 años era el líder, según la Guardia Civil. Tenía un alto nivel de vida y coordinaba la nave de Ontígola. La otra instalación, la de Seseña, era llevada por otro hombre, que tenía como función recibir los cargamentos provenientes de Ontígola, además de picar y envasar el tabaco que recibía. La mercancía que llegaba a Seseña, donde había un encargado español de 42 años, era vendida por internet.

Los tres conductores de las furgonetas eran dos españoles, de 28 y 59 años, y un paraguayo de 40. Tenían la función de distribuir las cargas que salían desde Ontígola, unas con dirección a Seseña y otras a provincias del sur de España, donde es muy habitual comprar el tabaco en bolsas de un kilogramo.

Otros dos varones, paraguayos de 34 y 38 años, se centraban en el procesamiento de la mercancía que llegaba a Ontígola. Hacían los paquetes, que salían luego en las furgonetas. Vivían en el interior de la nave, dormían sobre colchones en el suelo o palés, no tenían aseo y solamente salían en compañía del líder. «Las condiciones daban miedo y no salían para nada», afirma un agente próximo a la investigación, bautizada como Operación Tabalo.

Un camastro donde dormían los dos paraguayos en la nave de Ontígola Guardia civil

Con toda esa documentación, la investigación de la Guardia Civil se judicializó. Hasta que los especialistas de Policía Judicial observaron que un nuevo camión con matrícula croata entraba en la nave. Entonces solicitaron el mandamiento de entrada y registro en las dos naves de la presunta organización. Fue autorizado el 2 de julio y los agentes hicieron uso de mazas para entrar.

Entre ese día y el 8 de julio, la Operación Tabalo se saldó con la detención de siete hombres, de entre 28 y 59 años, por los delitos de contrabando, pertenencia a grupo criminal y contra el derecho de los trabajadores, según cada caso. También se intervinieron 8.600 kilogramos de tabaco prensado y 1.600 kilogramos de tabaco picado, de los que 1.200 estaban ya embalados en bolsas de un kilogramo. También tenían dos picadoras de tabaco, dos envasadoras y 26.400 euros en metálico, ha informado la Guardia Civil este jueves. El instituto armado no lo ha hecho antes porque estaba a la espera de un informe encargado por el Comisionado para el Mercado de Tabacos.

El Juzgado de Primera Instancia número 1 de Ocaña instruye el caso. El 4 de julio, compareció en él el principal implicado, a quien el titular del juzgado tomó declaración. Fue puesto en libertad provisional, acusado de momento de un delito de contrabando de tabaco y otro de pertenencia a organización o grupo criminal, según ha informado a 'ABC' fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.

Otros cuatro detenidos estaban llamados a declarar en calidad de investigados. Dos lo hicieron el mismo 4 de julio y uno más, al día siguiente. Sin embargo, el cuarto en discordia no se personó en la sede judicial y será citado para otro día.

Los tres que sí acudieron al juzgado están imputados de manera provisional como presuntos autores de un delito de contrabando de tabaco y otro de pertenencia a organización o grupo criminal. En el juzgado desconocen el paradero de los otros dos presuntos miembros detenidos por la Guardia Civil.

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