El conductor de Alba de Tormes, del hospital a la comandancia
Será interrogado como autor de cuatro homicidios por imprudencia
Recuperándose aún de sus importantes lesiones pero sin que su vida corra ya peligro, el conductor del turismo que se empotró el domingo en Galisancho (Salamanca) contra un árbol provocando la muerte de cuatro jóvenes con los que volvía de fiesta, entre ellos dos menores, tiene ante así un delicado futuro penal. Fuentes judiciales consultadas por ABC explicaron que los antecedentes del varón, de 29 años y conocido como «Pacho», por un delito vinculado con los estupefacientes, pueden complicar aún más su situación porque, en el caso de que finalmente sea condenado, las penas por cada uno de los delitos a los que se enfrentaría se aplicarían al menos en la mitad superior del rango previsto en el Código Penal por cada uno de ellos. Por ejemplo, en el caso del homicidio imprudente, por el que se prevé de uno a cuatro años de cárcel, sería «castigado» al menos con dos años y medio de prisión. En todo caso, también señalan que hay que esperar a ver cómo evoluciona el caso a la espera de que se le tome declaración, un aspecto que pudo producirse ya ayer o se producirá en las próximas horas.
Fue el mismo día del siniestro cuando el teniente de la Guardia Civil de Tráfico, Juan Ramón María Marcos, anunció la apertura de una investigación al conductor del vehículo por el delito citado, además del de lesiones y el de conducción temeraria al haber dado positivo por alcohol y drogas en la primera analítica realizada en el hospital después de que hubiera recuperado el carné el pasado mes de abril.
Las mismas fuentes indican que la pena máxima que cumpliría sería el triple de la condena más elevada que reciba por un delito individual. Así, si en un hipotético fallo fuera condenado a tres años por cada una de las cuatro muertes, cumpliría un máximo de nueve pese a que también se le impongan penas por las lesiones causadas al copiloto y por la conducción temeraria, y por tanto la condena global sea mucho mayor.
Precisamente ayer, el joven abandonaba a primera hora de la tarde el Hospital Virgen de la Vega de Salamanca. Acompañado de una patrulla de Atestados de la Guardia Civil acudió hasta la Comandancia para cumplimentar los datos requeridos, según informaron fuentes del caso. El otro varón superviviente, de 25 años, salió de la UCI por la mañana y continuaba ingresado en planta.
Por su parte, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Mercedes Martín, confirmó que, según las investigaciones, el conductor del vehículo habría consumido «sustancias, además de alcohol». Por el momento el primer análisis realizado en el laboratorio de referencia indicó que había consumido cocaína y anfetaminas, pero habrá que esperar hasta el segundo para determinar exactamente de qué tipo, explicó la delegada gubernativa.
Martín, que reiteró el «dolor y consternación» por la muerte de cuatro jóvenes, lo que es «un drama para Alba de Tormes y para Castilla y León», aseguró que no hay que «abstraerse de la realidad» e insistió en la necesidad de concienciar «del riesgo de conducir sin respetar las normas, que se conocen pero no se cumplen», como consumir sustancias que inhiben «la capacidad de los cinco sentidos».
Al juzgado
La Guardia Civil ha remitido al laboratorio las pruebas realizadas inicialmente al conductor del vehículo para extraer «datos concluyentes» sobre la situación en la que circulaba el joven. Según fuentes oficiales, de esta forma se dará respuesta a las pruebas iniciales y corroborar las posibles causas del siniestro, sobre el que está abierta investigación y que se encuentra con secreto de sumario por orden judicial, informa Ep.
Posteriormente, con la estimación de que los resultados se obtengan «en dos o tres días», estos datos pasarán al juzgado para continuar adelante con el proceso abierto sobre el accidente ocurrido en la carretera de Galisancho, cuando seis jóvenes se dirigían a Alba de Tormes después de una noche de fiesta en un municipio cercano.
El municipio salmantino, del que eran naturales los cuatro fallecidos, que además pertenecían a la misma peña juvenil, celebró el pasado lunes un multitudinario funeral en el pabellón de deportes. Tres de los féretros fueron trasladados al crematorio municipal, mientras el cuarto se dirigió al cementerio albense.
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