Ocio

Cinco bellos rincones para perderse este invierno en Castilla y León

Desde pequeños municipios medievales hasta bellos parajes entre montañas o los bulliciosos centros urbanos, que estos días previos a la Navidad cobran aún más vida, la Comunidad cuenta con numerosos reclamos para este invernal y largo Puente

VALLADOLID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

12345
  1. El encanto de la fría Burgos

    ICAL

    Si por algo es conocido Burgos, además de por su incomparable Catedral de estilo gótico, es por sus gélidas temperaturas. Sin embargo, durante el invierno, la fría ciudad castellano y leonesa adquiere, si puede, aún más encanto, sobre todo cuando los primeros copos de nieve reposan sobre los tejados de sus señoriales casas y monumentos del casco histórico, y en los plátanos entrelazados que jalonan el Paseo del Espolón, junto al río Arlanzón.

    Además, si se quiere entrar en calor, basta con visitar alguna de sus numerosas tascas o sus más modernos gastrobares -fue Capital de la Gastronomía en 2014-, o su único Museo de la Evolución Humana, ligado a los yacimientos de Atapuerca.

    La visita, además, se puede extender por el resto de la provincia, donde destacan los bellos municipios medievales de Frías (la ciudad con menos habitantes de España -no llega a 300) o Cobarrubias, una pequeña localidad bañada por el río Arlanza.

  2. San Isidro, La Pinilla y La Covatilla

    ICAL

    Una vez aparecido el blanco elemento, los amantes de los deportes de invierno, y fundamentalmente del esquí, cuentan en Castilla y León con cuatro estupendas estaciones: Letariegos y San Isidro, en León; Las Pinilla, en Segovia y La Covatilla en Salamanca. Entre las cuatro concentran cerca de un centenar de pistas. Aunque este Puente de la Constitución suele ser tradicionalmente el estreno de la temporada alta de invierno, todo apunta que dada las condiciones climatológicas, los esquiadores aún tendrán que esperar.

  3. El Valle del Silencio en el Bierzo

    ICAL

    Al sureste de la comarca de El Bierzo, en la tierras bañadas por el río Oza, se encuentra el Valle del Silencio. Allí «descansa» el bello municipio de Peñalba de Santiago, un incomparable marco para contemplar, esta época del año, las nevadas cumbres. Sus casitas, de piedra y pizarra de la zona, invitan al viajero a traslarse en el tiempo. Si su acceso es generalmente complicado, con la llegada del manto blanco aún se torna más difícil, convirtiéndose en un rincón ideal para perderse. Además, cuenta con una de las pocas iglesias califales con arcos de herradura que aún se conservan en la Península Ibérica.

  4. El acebal de Oncala

    ICAL

    En las Tierras Altas de Soria, los acebales ocupan grandes extensiones de terreno. De hecho, esta provincia es la que más ramilletes de acebo de origen natural produce en España. Uno de los pequeños municipios de la comarca, Oncala, se convertirá este Puente en un estupendo rincón para percerse. Y es que con apenas un centenar de habitantes, se llena estos días de vida gracias a la Feria del Acebo, dos jornadas en las que los visitantes podrán descubrir uno de los secretos mejor guardados de Soria visitando uno de sus acebales pero también una oportunidad única para hacerse con este afamado fruto rojo, comprar centros de decoración y todo tipo de ornamentación navideña.

  5. El luminoso bullicio de las ciudades

    Las calles del centro de Valladolid ya lucen iluminadas
    Las calles del centro de Valladolid ya lucen iluminadas - F. HERAS

    En plena cuenta atrás para la Navidad los cascos históricos de las ciudades se llenan de luz y color. Si además, cuentan con la declaración de Patrimonio de la Humanidad, como les ocurre a Segovia, Salamanca y Ávila, se convierte estos días en un doble reclamo para perderse, disfrutar de este Puente y comenzar las típicas compras previas a los días festivos.

Ver los comentarios