José Pedro, alias «Filigón», y Jairo Juárez, este miércoles a la salida de la Audiencia de Toledo
José Pedro, alias «Filigón», y Jairo Juárez, este miércoles a la salida de la Audiencia de Toledo - Ana Pérez Herrera

Jairo Juárez: «Quemé el coche pero no sabía que era de un policía»

Uno de los dos procesados se declara culpable en el juicio, mientras que el fiscal pide 36 años de prisión para ambos

Toledo Actualizado: Guardar
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Jairo Juárez, uno de los dos procesados por calcinar el coche de un policía nacional en 2014 a la puerta de su casa, en Calera y Chozas, admitió ayer que él prendió el vehículo de manera intencionada. Sin embargo, afirmó que no sabía que era de un agente que vivía en el mismo pueblo. En el juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial de Toledo, se juzgaron los hechos acaecidos el domingo 8 de junio de 2014, sobre las 5.15 horas. En su confesión, Jairo, que está en prisión por otros asuntos, no aclaró si en aquel momento estaba acompañado de José Pedro M., alias «Filigón», el otro procesado en esta causa.

«Filigón», por su parte, se desvinculó totalmente de los hechos durante su declaración.

Este encartado, que se encuentra en libertad, contó que estuvo todo el día bebiendo alcohol y consumiendo drogas junto con Jairo desde las ocho de la mañana del sábado hasta la madrugada del día siguiente, por lo que «estábamos muy borrachos» a la hora que sucedieron los hechos.

«No hay prueba de cargo»

«Filigón», sin antecedentes penales según su defensa, reconoció que Jairo se acercó a un contenedor para coger cartones, pero añadió que no le vio quemar el vehículo del policía, aunque en una primera declaración tras su arresto sí que había señalado a Jairo.

Para Jairo y José Pedro, la Fiscalía solicita 20 y 16 años de prisión, respectivamente, por un delito de incendio en concurso ideal con un delito de atentado. Por su parte, el abogado de Jairo pidió una condena de uno a tres años de prisión, «porque no hubo intención de hacer daños a las vidas de las personas». En cuanto a José Pedro, su abogada rogó la libre absolución, ya que «el verdadero autor es Jairo» y «no hay una prueba de cargo directa» contra «Filigón»; no obstante, en el caso de que el Tribunal lo considerase culpable, solicitó como alternativa una condena de uno a tres años de cárcel.

La defensa de Jairo pide la mínima pena, de 1 a 3 años de prisión, en tanto que la abogada de «Filigón» solicita la libre absolución

Aunque Jairo aseguró que no sabe quién es el policía nacional propietario del vehículo calcinado, el agente Pablo declaró que tanto a Jairo como a «Filigón» «los conozco perfectamente porque son vecinos y delincuentes habituales de la zona», además de que le habían insultado en la calle en varias ocasiones; improperios que Pablo no denunció «porque los recibo casi a diario por mi trabajo».

Nervioso y sentado en una silla, el policía declaró que bajó a la cocina para preparar una medicina para su hija, de tres años. Entonces escuchó un ruido similar a la rotura de un cristal, por lo que se asomó por una ventana y llamó la atención a Jairo y «Filigón», quienes estaban junto a su coche, aparcado a la puerta de la vivienda. Pablo aseguró que luego, y gracias a una farola que lucía en ese momento, vio a los dos procesados quemar el vehículo, de la marca Hyundai, y salir corriendo.

El coche, que quedó totalmente calcinado, estaba aparcado a centímetros de la puerta del garaje y a unos dos o tres metros de la puerta principal de la vivienda, lo que propició que el humo entrara en la casa, de dos plantas. El policía subió la escalera hasta el piso superior para cambiarse mientras un vecino gritaba desde la calle: «¡Pablo, baja, fuego, fuego!». Finalmente, el policía, su mujer y su hija pudieron salir a la calle en medio del «humo que subía por la escalera», declaró el agente.

Sollozos

«Escuché a los vecinos gritar: ¡Se os quema la casa, se os quema la casa!», recordó entre lágrimas Eva María, la mujer de Pablo entonces (ahora la pareja está separada). «Había mucho humo, todo estaba negro (...) había llamas por todos los lados», añadió Eva María, mientras el policía se emocionaba al escucharla durante su declaración.

Dos peritos de la Guardia Civil afirmaron, sin ninguna duda, que el fuego fue intencionado, pero no encontraron señales de humo cuando inspeccionaron la vivienda, ya que había sido limpiada por sus dueños.

También declaró el exsuegro del policía y padre de Eva María. Aseguró que, semanas antes del suceso, «Filigón» le dijo que no iba a conocer a su nieta vestida de Primera Comunión, una frase que el acusado desmintió en la sala. El exsuegro afirmó también que ha tenido «muchos problemas» con los dos acusados, que ahora esperan sentencia.

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