Hilario Barrero

Sombra y luz en la casa de los poetas

Locus poetarum, «una poesía que va de la raíz del blanco al pozo boca de lobo de la muerte»

El ciudadrealeño, poeta y profesor Francisco Caro , autor de ocho libros de poemas y ganador de importantes premios literarios, acaba de publicar Locus poetarum , un curso de poesía en donde viven los poetas.

Locus poetarum es un libro didáctico, una galería de retratos algunos trazados a lápiz, austero blanco y negro, otros en color, como es la vida. Poemas que dan la vuelta al mito, un poco malditos, con ese aliento de maldición que todo poema debe tener . Poemas que castigan y perdonan, que iluminan y ensombrecen. Leamos «Castigo»: Porque dudó / de Juan Ramón y para / que no volviera nunca / jamás a pronunciarlo, / la Poesía quiso / dejar sobre sus ojos / dos gotas de mercurio, / cubrir sus labios / con la palabra triste, / volver después / su corazón madera.

Un libro de poesía sobre la poesía, un metalibro en una arquitectura cíclica y completa . Un libro que es como un río con afluentes que nutren el argumento central. Es un libro de texto y de tarea, con claves y equis que resolver, un catecismo ateo con definiciones sobre la inquilina principal de la casa.

Locus poetarum alberga una poesía, en ocasiones, fría, como jabelgada con una cal eléctrica , como perfumada con un golpe de nieve. Otras veces dolorosa, anecdótica, en diálogo y monólogo con poetas que habitan esta casa de poetas . Sin artificios, desnuda, escueta, con un pie en la sentimentalidad y otro en el campo metafísico, va de la raíz del blanco al pozo boca de lobo de la muerte que está presente a lo largo del libro como lo está la vida, el amor, el agua, el dinero…

El libro, que lleva unas espléndidas y sabias palabras preliminares del poeta José Cereijo , tiene un estructura académica que ya en los subtítulos aprendemos: «Apuntes y ejercicios de clase»-«Lecturas recomendadas». En cierto modo algunos poemas parecen rápidos apuntes, pero que son como un relámpago que nos deslumbra. Como en «Nunca»: Tintada o fónica, / el poema es materia, un fenómeno físico, medible. / La poesía nunca.

En las estanterías de esta casa hay libros y retratos de Cernuda, Huidobro, Esenin, Quevedo, Anne Sexton, Pizarnik, Adonis, Auden, Pavese, Angel Gonzales o JRJ, una nómina de poetas tocados, de una u otra forma, por la miseria, el exilio, el desprecio, la soledad y el suicidio.

A uno le alegra y le entristece (porque ya no está con nosotros) que en este lugar de los poetas tenga un puesto de honor otro ciudadrealeño: Nicolás del Hierro , que uno admiró.

Locus poetarum. Francisco Caro. El Levitador, 64. Polibia
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