La nieta que se confinó en la residencia de su abuela para cuidar de ella: «No sé si llegó a reconocerme»
Myriam parafrasea el Evangelio de san Juan: «Ven y verás; y se quedaron para siempre con él». Ella, una pedagoga y orientadora educativa de 43 años, dice que ha descubierto algo que no conocía. Se confinó a finales de marzo en la residencia de mayores de Toledo donde vivía su abuela materna para cuidarla. La yaya, Victoria, falleció días después, pero Myriam permanece en el geriátrico ayudando en todo lo que puede: hace las camas, cambia pañales, viste a los residentes, les da de comer y ahora se encarga también de que puedan hablar con sus familiares a través de la aplicación Skype. A raíz de la historia publicada por ABC, Canal Sur ha editado este vídeo de Salvador Gutiérrez Galván. Lea aquí la información completa .