La iglesia toledana cerró el año de la crisis con 4 millones de déficit

Tras el año 2020, el ecónomo señala que el presente año apunta signos de recuperación

El vicario general, el vicario Episcopal de Asuntos Económicos, el arzobispo y el ecónomo H. FRAILE

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El Covid ha golpeado, sin excepción, tanto a empresas como instituciones. La Iglesia no ha sido ajena a esta situación «atípica»vivida en 2020 y también se ha visto resentida por la crisis económica derivada de la pandemia. El cierre de los templos como lugar de culto, el desplome del turismo y el comportamiento de los mercados financieros, han supuesto un duro mazazo para las arcas de la Iglesia que, junto con las aportaciones directas de los fieles, eran las principales vías de ingresos.

Así lo puso este viernes de manifiesto el ecónomo diocesano, Anastasio Gómez, durante la presentación del Día de la Iglesia Diocesana , que se celebra mañana domingo. En un acto celebrado en el salón de Concilios del Arzobispado, la Diócesis de Toledo presentó sus datos económicos que arrojaron un déficit «puntual» del 13,86%, en 2020.

Según los datos facilitados por el económo, el turismo —una de las principales fuentes de ingreso en la ciudad de Toledo— mermó un 87,3% en el pasado año, lo que supone que «de cada 100 euros que la Iglesia recibía por la entrada a monumentos ha dejado de percibir 87 euros», ejemplarizó.

Aún así, este sector, uno de los más golpeados por la crisis económica, empieza a remontar el vuelo. «Esto ha sido muy negativo para la Diócesis, pero tras la primavera, el verano y un otoño en el que turismo, también el internacional, se recupera tenemos esperanza», dijo Gómez.

Detalló que a final del mes de septiembre del presente año, el turismo en los monumentos de la ciudad estaba al 32,90% de lo que fue 2019, lo que significa que «aún queda mucho camino por recorrer» para que los monumentos que aporta al Fondo Común en concepto de turismo lo puedan hacer con «normalidad y con las cantidades que venían haciéndolo».

Pero no solo el turismo ha supuesto un duro golpe en las cuentas de la Iglesia. «Con la pandemia, el comportamiento de los mercados financieros no ha sido positivo. Se empezaron a recuperar al final del 2020 y en el 2021 la tendencia es lenta pero halagüeña, aunque también está el tema de la inflación», advirtió.

Pese a ello, destacó que las estructuras económicas y financieras «estaban preparadas para soportar el impacto». Citó que en agosto de 2021, el Arzobispado de Toledo terminó de pagar los préstamos de 14, 8 millones de euros que se suscribieron en 2008 y 2009 para poder afrontar las inversiones que se hicieron en su momento. «Esto va a provocar que la aminoración del pago de amortización de cuotas y de intereses compense la caída de ingresos por turismo que aún no ha remontado», indicó.

El cierre de los templos, la caída del turismo y el comportamiento de los mercados financieros han influído en las cuentas

Pese a destacar la amortización de estas deudas, el económo manifestó que la situación vivida por el Covid obligó al Arzobispado, a la catedral, a un colegio diocesano y a la parroquia de Santo Tomé a endeudarse para poder afrontar pagos.

«La Diócesis ha hecho los deberes y se han aplicado medidas para ayudar a las parroquias que hacían obras y que se fueron eximidas de tener que pagar al fondo común. Por lo que han podido tener más recursos para atender a sus necesidades pero esto ha supuesto menos ingresos para el Arzobispado».

En este sentido, añadió que la principal vía de financiación de la Iglesia ha sido la suscripción de los fieles y que la Diócesis «está al día» en los pagos a sus proveedores y que en estos meses de pandemia la premisa ha sido «mantener todos los empleos para que ninguna familia se viera afectada».

En cuanto al capítulo de gastos e ingresos, explicó que la Archidiócesis de Toledo cerró 2020 en saldo negativo, pues aunque ingresó 31.218.781,55, gastó 35.547.245,55 euros, situándose su necesidad de financiación en 4.328.464 euros (13,86%).

Protocolo para el uso de templos religiosos

Preguntado por la polémica suscitada por la autorización de la grabación del videoclip ‘Ateo’ de C. Tangana en la catedral que supuso el cese a petición propia del deán del templo primado, el arzobispo, Francisco Cerro Chaves, manifestó que fue «un error que se ha subsanado» y añadió que existe un p rotocolo para el uso de los templos religiosos en el que se determina «qué se puede hacer» y «qué no se debe hacer».

En este sentido, el vicario general, Francisco César García Magán explicó que este documento (que ya existía con anterioridad) no solo se aplica a la catedral, sino también a los monumentos vinculados a la Archidiócesis. Su objetivo es velar por un uso correcto en la realización de actividades toma de imágenes. «Hemos tenido peticiones para grabar imágenes en la sinagoga de Santa María la Blanca y se ha aplicado ese protocolo. Es muy frecuente que se pueda tomar imágenes o fotografías en la catedral y había un protocolo que se aplicaba para su posterior comercialización», puntualizó el vicario general.

Por último, añadió que «trabajan en perfilar y ajustar estas directrices, atendiendo a las últimas demandas».

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