La calima de Canarias será estudiada por la NASA

La Universidad de La Laguna (ULL) recoge muestras de la masa de aire sahariano que ha llegado a las islas para evaluar los cambios que se producen en los diferentes microorganismos que la integran

Imagen del satélite Sentinel-3 que muestra polvo en suspensión en Canarias Sentinel 3

Laura Bautista

La Universidad de La Laguna es parte activa de un proyecto de investigación liderado por la Universidad de Virginia Tech (Virginia, Estados Unidos) denominado Microbial Biodiversity in Trans-Atlantic Dust Plumes (MITAD), financiado íntegramente por la NASA con un presupuesto de 1,1 millones de dólares.

Se trata de evaluar los cambios que se producen en los diferentes microorganismos presentes en las masas de aire del desierto del Sáhara que, tras sobrevolar las islas Canarias, alcanzan el continente americano, un fenómeno que se produce, principalmente, en la costa este de Estados Unidos. Para ello, se analizarán las bacterias y otros microorganismos presentes en las nubes de polvo que forman la calima para desarrollar modelos físicos que pronostiquen el transporte de polvo a gran escala .

La doctora de la Universidad de La Laguna, Cristina González Martín, es parte crucial de este proyecto en el que aporta las muestras que recogidas en Tenerife, «al ser un punto de paso de esas masas de aire africano», ha señalado, y posteriormente se analizan junto a las recogidas por el profesor Schmale a lo largo del océano Atlántico, para ver « cómo va variando su composición durante el trayecto y ayudar así en la creación de modelos de transporte que el investigador principal del proyecto, Hosein Foroutan, desarrolla junto a su equipo en Estados Unidos«. las muestras son tomadas en dos puntos de la isla de Tenerife: La Laguna , concretamente la azotea del edificio del Instituto de Enfermedades Tropicales, e Izaña .

El cambio que se produce en esas masas de aire durante el tiempo que tardan en llegar a Estados Unidos, ha explicado David Schmale. Los microorganismos «son diferentes en el trayecto, cambian en los cuatro o siete días que suelen emplear en alcanzar las costas americanas», ya que depende de «si suben muy alto o no y de los movimientos en el trayecto». Los expertos norteamericanos se centran en la parte biológica (varían los ecosistemas y se alteran los microambientes), los físicos bareman otros parámetros, como el espesor óptico, el grosor de la capa o el movimiento de esos microorganismos dentro de los flujos de aire que hay en el Atlántico, ha detallado.

Ambos investigadores señalan que a pesar de que en la actualidad existen sistemas de aviso capaces de pronosticar la presencia de la calima , es posible perfeccionarlos aún más hasta lograr saber, por ejemplo, si la irrupción masiva de polvo sahariano, un fenómeno meteorológico cada vez más intenso , afectará a una isla u otra. De esta forma, es posible advertir a la población para que tome las precauciones y medidas necesarias con las que evitar los efectos nocivos causados por las partículas de polvo en suspensión.

De Tenerife a la NASA

Este proyecto, que se inició hace dos años y que tuvo retrasos originados por la pandemia, ya ha comenzado a compartir las muestras comprometidas previamente y las nuevas autorizadas por la NASA . El motivo de la reciente visita de David Schmale a la Universidad de La Laguna ha sido precisamente la recogida y traslado a Estados Unidos .

Las tomas de ambos puntos de muestreo, que se analizarán en Estados Unidos, contienen partículas de diferentes tamaños debido a que las mayores, al pesar más, se depositan antes que las más pequeñas, capaces de mantenerse en suspensión durante más tiempo. El tamaño de las partículas que llegan a Tenerife es mayor que el de las que llegan a Estados Unidos, porque al irse depositando, las que alcanzan las costas americanas «son siempre más pequeñas», señala David Schmale.

Las nubes del polvo sahariano actúan también en Europa, pero lo hacen en menor medida que en Estados Unidos, donde afecta especialmente a la costa este durante los meses de junio, julio y agosto . «El origen del polvo es el desierto del Sáhara, y el primer receptor es Tenerife, pero el gran receptor es Estados Unidos », puntualiza Schmale, investigador con una dilatada trayectoria en el desarrollo de tecnología puntera en el muestreo de los estudios de dispersión de microorganismos y pionero en el uso de drones en la Aerobiología.

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