José F. Fdez. Belda - Viviendo en San Borondón

El Cabildo necesita más consejos

Gobernar con eficacia no es gastar más, es hacerlo eficientemente

José F. Fdez. Belda
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La pasada semana, el Cabildo de Gran Canaria aprobó la creación del Consejo Insular de la Energía. Está claro que gran parte de los consejeros de esta institución necesitan más consejos, de los que se dan muchas veces hasta sin pedirlos y otros solicitados a profesionales presuntamente cualificados. Pero en este caso se ha aprobado un consejo de los otros, es decir, con locales e instalaciones, empleados públicos y cargos directivos donde colocar a personas con nóminas sustanciosas sueldos para servir a la ideología del grupo, o colección de grupitos, que ahora mandan allí o les apoyan con sus votos en los plenos.

Es de suponer que los 19 consejeros que votaron a favor (NC, PSOE, Podemos, Unidos por Gran Canaria y CC) y los cinco del PP que lo hicieron en contra, se hayan leído la memoria económica de este proyecto y sepan explicar con claridad cuál será el coste inicial y el mensual de funcionamiento de este nuevo consejo creado para que les asesoren y aconsejen, valga la triple redundancia, en la forma de cambiar, nada más y nada menos que el «ineficaz» modelo energético actual.

Consideran los consejeros cabildicios que apoyaron este nuevo centro de gasto —no se especifica en las notas de prensa si convenientemente aconsejados por los que serán los próximos empleados aconsejadores— que el sistema eléctrico en Gran Canaria es ineficaz, es decir y como define el término el DRAE, que no produce el provecho, resultado o interés esperado, aunque a todas luces —nunca mejor dicho— el sistema es totalmente eficiente, porque tiene la capacidad de sobra comprobada para realizar o cumplir adecuadamente su función.

Se dice que «el nuevo organismo tendrá las funciones de fomentar la investigación, potenciar el desarrollo y la innovación tecnológica en el sector mediante las renovables». La carga ideológica, ajena totalmente a las realidades técnicas, económicas y universitarias es bien patente ya en la propia declaración inicial de intenciones. A poco que se analice esta pomposa frase se pueden encontrar algunos principios muy cuestionables y más propios de gobernantes que gustan inventar organismos redundantes para ser los amos del cotarro presupuestario, al menos mientras les dure el mandato electoral. Y para eso hay que gobernar echando mano sistemática de mantras, en este caso a medio camino entre el ecologismo y la pseudociencia.

Es fácil intuir que el Cabildo de Gran Canaria no tiene la menor fe en la labor investigadora desarrollada por la Ulpgc en el campo de la energía, renovable o no, ni en los trabajos del ITC. Si confiara en ellos, no necesitaría crear nuevos consejos, sería más eficiente y mucho menos oneroso potenciar los centros de investigación ya existentes. Es evidente que dos de los tres centros investigadores sobran y sospecho, es un prejuicio mío, que este nuevo consejo solo será otro derroche de dinero público, una nueva ocurrencia que Gran Canaria no se puede ni se debe permitir. Gobernar con eficacia no es gastar más, es hacerlo eficientemente.

Como ellos saben bien que la generación eólica de energía eléctrica necesita estar fuertemente subvencionada y obligar a los operadores a comprar muy cara su producción, ya anuncian que «el Cabildo intentará tener un parque eólico propio en suelo público insular y abogó por la generación de energía mediante generación fotovoltaica». Es paradójico que los mismos que hablan de no ocupar más suelo —a la industria productiva turística le han endilgado una moratoria— no les importa utilizar ese recurso escaso, según ellos, para montar huertos solares para satisfacer una parte minúscula de la demanda eléctrica. ¿Será cuestión luces o de consejos?

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