La madre condenada por matar a su hija, Ikram Benhaddi, de 28 años
La madre condenada por matar a su hija, Ikram Benhaddi, de 28 años - Efe
Tribunales

El TS ratifica los 18 años de cárcel para la madre que asfixió a su bebé en Zaragoza

El Supremo no tiene dudas de que la mató intencionadamente, pero la absuelven de la muerte de otra hija unos años antes

Zaragoza Actualizado: Guardar
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El Tribunal Supremo ha ratificado la condena a 18 años de prisión impuesta por la Audiencia de Zaragoza a una joven inmigrante marroquí residente en la capital aragonesa que asfixió hasta la muerte a una de sus hijas cuando era bebé.

La acusada, Ikram Benhaddi, que ahora tiene 28 años, fue detenida a finales de 2014 ante los informes médicos que alertaban de la muerte de la pequeña. Llegó cadáver a un centro sanitario y los médicos sospechaban ya de la joven madre, porque había acudido en otras ocasiones por circunstancias similares.

De hecho, en 2011 murió otra de sus hijas con un cuadro que tenía similitudes al que presentaba la pequeña a la que la familia llevó muerta a un centro sanitario en noviembre de 2014.

La acusada tuvo tres hijas. Una murió en 2011 en circunstancias que no han llegado a aclararse -no se le practicó la autopsia a la bebé-, otra falleció en noviembre de 2014 -la que le ha valido la condena de prisión- y solo una ha sobrevivido, pero siendo bebé sufrió también episodios que pusieron bajo sospecha a la madre.

En junio del año pasado, la Audiencia Provincial de Zaragoza condenó a Ikram Benhaddi a 18 años de prisión. Ella negó que asesinara a la pequeña y su abogado pidió su libre absolución. La Fiscalía, sin embargo, llegó a reclamar para ella 55 años de cárcel, al considerar que no solo había matado a la bebé que murió en noviembre de 2014 sino que debía tipificarse con el mismo delito la muerte de su otra hija en 2011. Le imputaba también otro delito en grado de tentativa porque consideraba que había intentado la misma con otra hija, la única que ha sobrevivido y que también acudió a un centro sanitario en 2013 con un cuadro compatible con la asfixia provocada.

La Audiencia de Zaragoza, sin embargo, concluyó que no existía certeza probatoria de que aquella muerte de 2011 fuera fruto de otro asesinato, debido a que no se le había practicado la autopsia a la bebé y no había evidencia científica de que la muerte fuera provocada. Y tampoco apreció pruebas de cargo suficientes para condenarla por haber intentado matar a la hija que sobrevivió.

La sentencia de la Audiencia de Zaragoza fue recurrida ante el Tribunal Supremo, que ahora se ha pronunciado manteniendo idéntica pena a la que el tribunal zaragozano le impuso a Idram Benhaddi.

Durante el juicio que se celebró el año pasado en Zaragoza, una mediadora cultural afirmó que la joven condenada creía que la casa zaragozana en la que vivía estaba endemoniada y que los espíritus malignos querían apoderarse de las bebés.

Esta mediadora cultural, Amina Kamal, declaró en la vista oral que tanto la joven acusada como su suegra y cuñado le dijeron personalmente que estaban convencidos de que la casa estaba poseída por los demonios. Reveló que incluso le pidieron que participara con ellos en un ritual para «limpiar» la vivienda de malos espíritus, algo a lo que la mediadora se negó.

Tanto la ahora condenada como sus familiares que testificaron en el juicio negaron que tuvieran tal convencimiento.

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