Tribunales

Condena de arresto para un sargento que llamó «mequetrefe» a un guardia civil que le multó

El caso ha llegado hasta el Tribunal Supremo, que ha condenado al militar que se quejó del trato –no de la multa– que le dispensó el agente de Tráfico

Zaragoza/Madrid Actualizado: Guardar
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Eran las siete de la mañana cuando un sargento del Ejército se topó con una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico en el acceso al cuartel en el que estaba destinado. El encuentro acabó en multa y, además, en un rifirrafe dialéctico –y luego por escrito– que trasladó a los juzgados y que ha llegado hasta el Tribunal Supremo.

El resultado final: correctivo contra el sargento por falta de respeto, llamar «mequetrefe» al agente con el que discrepó y por comparterse de forma contraria al código de dignidad militar.

El caso ya tuvo tiempo atrás una primera sentencia en el que el sargento del Ejército fue castigado inicialmente con un mes y un día de arrestro por falta grave.

Ahora, tras revisar el caso el Tribunal Supremo, se le alivia el castigo porque lo ocurrido lo tipifica como falta leve, con el castigo de diez días de arresto.

La queja del sargento no solo no logró lo que pretendía –que la Benemérita reprendiera al guardia civil– sino que se ha saldado, definitivamente, con castigo contra el militar quejoso.

Y todo por unas quejas que el militar no dudó en poner por escrito. Tras el encontronazo con el guardia civil de servicio, trasladó su protesta en appel oficial a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Aragón. No se quejaba de la multa que le había puesto el agente, sino de cómo le había tratado.

En aquel escrito, el sargento calificó la conducta del guardia civil como «vergonzosa y lamentable», y propia de «un mequetrefe».

«Las maneras que empleó este sujeto para dirigirse a mí son bastante aplicables a un rumano sin papeles, cuyo coche no esté en regla, pero no a un sargento de uniforme en la puerta de su cuartel entrando a trabajar», decía el militar en su queja por el incidente que mantuvo con el guardia civil.

«Repito que no protesto por la multa, pero sí por lo que pareció ser la desgana y el mal día que parecía tener este individuo por tener que montar un control a las 07.00 de la mañana, descargando su frustración en los demás», decía también la carta del sargento.

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