Vías abandonadas, en el lado francés, de la línea internacional de Canfranc
Vías abandonadas, en el lado francés, de la línea internacional de Canfranc - Fabián Simón
Política

Aragón anima al Gobierno francés a pactar con España la reapertura del Canfranc

El presidente Lambán traslada la reivindicación al embajador galo Yves Saint-Geours

Zaragoza Actualizado: Guardar
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Aragón quiere hacer de mediador entre los gobiernos español y francés para que se alíen en favor de la reapertura del histórico túnel ferroviario de Canfranc y afronten un proyecto conjunto para poner de nuevo en servicio esta línea internacional, cerrada desde el año 1970. El objetivo que se ha marcado Aragón es que el Canfranc vuelva a estar operativo en el año 2020.

La reivindicación ha sido planteada personalmente este miércoles por el presidente aragonés, el socialista Javier Lambán, al embajador de Francia en España, Yves Saint-Geours. Ambos han mantenido un encuentro en la sede del Gobierno de Aragón, en la que ha participado también el consejero de Vertebración Territorial del Ejecutivo autónomo, José Luis Soro (Chunta).

«Es necesario presentar un proyecto conjunto y serio para que sea aprobado por la Unión Europea y obtener financiación comunitaria que garantice su ejecución a la mayor brevedad posible», han indicado a ABC fuentes del Gobierno aragonés.

Ese es el mensaje que han trasladado al embajador galo.

La reapertura del Canfranc es una aspiración que Aragón lleva manteniendo desde el mismo día en que se cerró esta línea ferroviaria internacional. El reto se ha visto alentado en los últimos años, gracias a la apuesta de las autoridades francesas de Aquitania por reabrir paulatinamente los tramos que permanecían cerrados de esta vieja línea férrea.

Así, en 2011, tras una inversión de 35 millones de euros, se puso de nuevo en servicio el tramo Pau-Oloron. Y en los próximos días se reabrirá al tráfico el tramo Oloron-Bedous, 25 kilómetros en cuyo acondicionamiento Francia ha invertido en los dos útlimos años 103 millones de euros.

Con esta inauguración, el tren, en el lado francés, se quedará a tan solo 32 kilómetros del túnel de Canfranc, el gran paso subterráneo que se construyó hace casi cien años para conectar por ferrocarril a España y Francia atravesando los Pirineos.

La duda, ahora, está en cuantificar lo que costaría recuperar el resto de la línea. En el lado español hay que invertir en la mejora del trazado que está en servicio y que llega desde Zaragoza hasta la localidad fronteriza de Canfranc. El Gobierno español ha previsto una inversión plurianual de 80 millones de euros para el próximo cuatrienio.

El primer objetivo del Ejecutivo aragonés es que esa inversión plurianual se haga realidad, que se acometan de forma efectiva los proyectos sin más demora. El segundo objetivo, que se diseñe un proyecto conjunto con el Gobierno francés para, de forma coordinada, recuperar y hacer competitivo todo el trazado. En particular, los tramos que están fuera de servicio: los 32 kilómetros del lado francés, más el túnel.

La inversión global necesaria para volver a abrir al tráfico en su totalidad esta línea internacional podría rondar los 500 millones de euros. Solo el acondicionamiento del túnel costaría del orden de 50 millones de euros. Y entre 300 y 350 millones la recuperación de los 32 kilómetros de vías que faltan por rehabilitar en el lado francés.

El Gobierno aragonés lleva tiempo insistiendo en que es una inversión viable, que puede obtener financiación europea y que ha de ser considerada como estratégica para España. Desde hace décadas, las comunicaciones ferroviarias transfronterizas dependen exclusivamente de los pasos vasco y catalán.

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