La Alhambra: climatización nazarí a través de los siglos

"El agua, el agua, el agua es la que da vida a La Alhambra" sentencia Antonio Peral, arquitecto...

ATLAS ESPAÑA

"El agua, el agua, el agua es la que da vida a La Alhambra" sentencia Antonio Peral, arquitecto jefe del monumento.El agua permite una vegetación abundante, que da sensación de frescor, físico y mental. Enfría también el aire que circula por los patios, para que llegue a las estancias mucho menos fiero.La orientación de los edificios que servían de morada en verano están orientados al norte. Muchas de las ventanas son muy pequeñas en relación a los lienzos donde se abren, para reducir la entrada de aire caliente. Los muros, de un grosor de hasta 2 metros y 60 centímetros, ayudaban a conservar la temperatura interior.Otro elemento, el techo denominado linterna, servía para desalojar el aire caliente a través de los vanos abiertos en su parte superior. Funcionaba como "un aire acondicionado natural"Entre el exterior y los espacios habitados existen diferentes elementos a modo de cortinas "que tamizan la luz, para que entre de manera más suave y agradable"La sucesión de elementos y estrategias consigue aún hoy que cuando fuera el termómetro marca más de 40 grados, los patios interiores apenas llegan a 30, y en las estancias medimos 25. Saberes antiguos eficaces a lo largo de los siglos para hacer más confortable este monumento a la belleza

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