El Tribunal Supremo ha confirmado la condena del militar acusado de acoso a un subordinado
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena del militar acusado de acoso a un subordinado - J. M. Barroso

El Supremo ratifica una condena de casi 3 años a un militar por acoso sexual a un subordinado

Su conducta, que se prolongó durante siete años, menoscabó la dignidad del cabo, «como persona y como militar»

Madrid Actualizado: Guardar
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El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 2 años y 10 meses de cárcel impuesta a un cabo Primero del Ejército por acosar sexualmente durante 7 años a un subordinado. La Sala Militar considera que fue autor de un delito continuado de abuso de autoridad en su modalidad de trato degradante, por el que, además de la pena de prisión, deberá abonar 3.000 euros a la víctima en concepto de responsabilidad civil.

Según los hechos probados de la sentencia que ahora ratifica del Supremo, entre septiembre de 2007 y enero de 2014, el cabo «soportó y no consintió» una serie de conductas por parte del cabo primero «consistentes en proposiciones, expresiones, tocamientos e insinuaciones de índole sexual». Ambos estaban destinados en el destacamento «El Vacar» (Córdoba) y durante un año y medio de ese periodo el cabo primero fue jefe inmediato de la víctima.

El cabo primero «tocó el culo en varias ocasiones» a su subordinado, le preguntaba «sobre cuándo iba a salir del armario y le pidió repetidas veces que le dejase hacerle una felación». Tras denunciar la situación que estaba viviendo a un suboficial, el cabo estuvo dos meses y medio de baja por una crisis de ansiedad.

En una sentencia de la que ha sido ponente la magistrada Clara Martínez de Careaga, la Sala apoya su condena en el testimonio de la víctima, la declaración del propio acusado, y las declaraciones de «nada menos» que 17 testigos y la pericial de dos peritos. Además, entre los testigos no sólo hay quienes tuvieron conocimiento de los hechos a través del denunciante, sino testigos directos de las provocaciones e insinuaciones del acusado e incluso quienes soportaron también el insistente acoso sexual del recurrente.

De modo explícito y velado

A juicio del Supremo, los hechos probados «describen de modo inequívoco un acoso sexual prolongado durante aproximadamente siete años en los que el recurrente, unas veces de manera explícita y otras de modo más velado, estuvo solicitando los favores sexuales del cabo, insistiendo machaconamente en ello a pesar de las reiteradas negativas de la víctima, conducta incompatible con una pretendida ausencia de dolo, pues, como señala el Tribunal de instancia (…) estaba dirigida a la mera búsqueda de satisfacción sexual en un inferior prevaliéndose de su empleo jerárquicamente superior que ha causado humillación, miedo y menoscabo de su dignidad como persona y como militar».

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