Mariano Rajoy, en el Congreso de los Diputadis
Mariano Rajoy, en el Congreso de los Diputadis - JAIME GARCÍA

Rajoy defenderá su propia candidatura ante Sánchez y no rehuirá la corrupción

El presidente del PP rechazará la parte económica del pacto PSOE y C’s, pero está abierto a hablar sobre el resto a partir del día 5

Madrid Actualizado: Guardar
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El debate de investidura que empieza mañana, martes, es una oportunidad de oro no solo para que Pedro Sánchez intente reforzar su candidatura y busque más apoyos, sino para que el resto de portavoces expongan su programa ante una audiencia millonaria y tomen posiciones ya ante las eventuales elecciones del 26 de junio. Es el caso de Mariano Rajoy, que sin ser el candidato aprovechará para defender su propia candidatura, que pretende impulsar si el aspirante socialista se estrella esta semana. Fuentes próximas al presidente en funciones explicaron que Rajoy no rehuirá en ningún momento el debate sobre la corrupción. Al contrario, su discurso será potente y se mostrará abierto a tomar más medidas de regeneración.

El equipo de Rajoy lleva un par de semanas preparando su discurso.

Para ello han contado con la colaboración de los distintos ministros, que han enviado balances actualizados para exhibir el contraste entre el inicio del mandato del PP y este año 2016, con una conclusión: las reformas del PP han surtido efecto y se han mantenido los pilares del Estado del Bienestar, aunque falta completar la tarea y terminar con la incertidumbre, interna y externa, que se ha creado en torno a España. En ese sentido, insistirá en que apoyar a Sánchez supondrá una regresión a las políticas que dejaron a España al borde de la ruina.

Un discurso sobre dos ejes

El discurso de Rajoy, previsto para primera hora del miércoles, tendrá dos ejes. Por un lado, será una réplica a Sánchez. Rajoy mostrará su oposición pura y dura, explicará los motivos por los que no quiere ni puede sumarse al documento firmado entre el PSOE y C’s, sobre todo por su contenido económico, y reprochará al candidato socialista sus 17 «noes» cuando el presidente en funciones intentó hablar con él y la exclusión obsesiva a la que ha querido someter a los populares. Insistirá en que él ganó las elecciones y se debe a sus votantes, esos 7,5 millones que no entenderían un apoyo a Sánchez, el perdedor. Será un mensaje que tendrá un doble destinatario: el PSOE y Ciudadanos.

El segundo eje de la intervención, transversal con el primero, será su «discurso de Gobierno», tal y como lo describen en su equipo. «Somos conscientes de que hay un porcentaje altísimo de posibilidades de que esta sea una investidura fallida, y hay que pensar ya en el paso siguiente», sostienen las fuentes de Moncloa consultadas. Como dijo Rajoy a Cameron en una conversación informal en Bruselas, es muy probable que haya elecciones en junio, por lo que buena parte de su discurso irá dirigida a esa situación. El debate de investidura será la mejor rampa de lanzamiento de la candidatura a la que no renuncia Rajoy.

En el entorno del presidente en funciones reconocen que no será fácil hacer oposición a Sánchez, y al mismo tiempo ofrecer la propia candidatura y tender puentes con el PSOE y Ciudadanos, con la vista puesta ya en el lunes 7 de marzo, momento en el que Rajoy volverá a proponer reuniones.

Ni artículo 135 ni reforma laboral

En el discurso habrá dos grandes temas: la economía y la regeneración. El líder del PP defenderá sus recetas y sus reformas, las que han permitido a España salir de lo peor de la crisis económica, evitar un rescate que hubiese significado recortes drásticos en las pensiones y las que pueden, a su juicio, apuntalar el crecimiento y la creación de empleo actual. Estará dispuesto a hablar de todo, pero no a cambiar el artículo 135 de la Constitución, porque generaría una grandísima desconfianza internacional y sería, en su opinión, una vuelta al pasado. También se opondrá a liquidar su reforma laboral, como se pide en el texto del PSOE y C’s, pero podría aceptar hablar sobre posibles mejoras concretas.

En el capítulo de regeneración democrática, fuentes próximas a Rajoy aseguran que no va a esquivar el debate sobre la corrupción. Al contrario, su objetivo es coger el toro por los cuernos. Defenderá la honorabilidad de la inmensa mayoría de la gente del PP, pero también se referirá a los «garbanzos negros», como los llaman en Moncloa. Rajoy pretende poner el acento en los controles anticorrupción, que han mejorado, en su opinión, con las medidas de la pasada legislatura. Será la «buena noticia» que intente transmitir: los controles, las Fuerzas de Seguridad y la Justicia funcionan, como se puede comprobar a diario.

Rajoy defenderá su programa de regeneración, «que es muy parecido al del documento del PSOE y Ciudadanos», según creen en Moncloa. De hecho, está dispuesto a utilizar ese texto como punto de partida para futuras negociaciones, salvo la parte económica, «porque supone la liquidación de sus reformas y es en la práctica el programa socialista». En el discurso podría incluirse algún «arriola», que es como llaman en Moncloa a los anuncios sorpresivos del presidente, en referencia al apellido de su asesor electoral.

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