Susana Díaz, ayer, en una de las celebraciones institucionales del Díaz de Andalucía
Susana Díaz, ayer, en una de las celebraciones institucionales del Díaz de Andalucía - Efe

La mitad de los afiliados del PSOE dan la espalda al referéndum de Sánchez

Un abrumador 79% de los que votaron apoya cualquier acuerdo para su investidura, incluido el de Albert Rivera

Madrid Actualizado: Guardar
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La Dirección Federal del PSOE respiró anoche aliviada al ver cómo su consulta a los 189.167 afiliados sobre el respaldo a los pactos de investidura ha registrado una participación superior al 51 por ciento. Es un porcentaje bajo si se compara con la anterior, las primarias para elegir secretario general, en julio de 2014, donde votó el 66,67% del censo, pero queda muy alejado del catastrófico 40% que pronosticaban los socialistas más agoreros.

Y es que lo de menos ayer era el resultado, el cual desde un principio se daba por descontado el «sí» -ha logrado un apabullante 79% de las papeletas, 73.940, al 98% escrutado-. El problema era otro, el riesgo de desgaste de Pedro Sánchez por un referéndum en cuya celebración se empeñó para sortear el control de los barones en el Comité Federal.

Los críticos, con Susana Díaz a la cabeza, temían que se entregara a Podemos con tal de llegar a La Moncloa y le echaron un pulso por el control de los pactos en la reunión del 30 de enero. Acabó con el líder socialista tirando por la calle de enmedio y convocando a las bases para evitar su censura.

Conforme pasaron las semanas y el socio que se vislumbraba era Ciudadanos, el temor en Ferraz empezó a ser otro: la «tormenta perfecta» de la desmovilización. Se sometía a consulta un acuerdo con «la derecha» de Ciudadanos que no va a ser decisivo para la investidura de Pedro Sánchez porque no suma y que, además, suscita un fuerte rechazo en numerosas provincias por la supresión de las Diputaciones.

Una bronca que hizo salir de su silencio a los presidentes de diputación socialista en Zaragoza, Cáceres, Jaén o Cádiz, entre otras provincias, con influencia entre sus bases locales, anunciando que votarían no. Precisamente, en Aragón es donde más «noes» ha cosechado el pacto.

Nadie gana

El resultado no permite cantar victoria a ninguno de los dos bandos. Pedro Sánchez había pedido a los militantes un voto «masivo» que no le han dado, pero tampoco los críticos pueden echarle otro pulso de poder así como así para quitarle del cartel electoral, en caso de repetición de elecciones.

El «sí» ha sido abrumador entre la mitad del partido que ha votado y se siente legitimado para intentar otra investidura, aunque fracase en las votaciones del Congreso esta semana. Si Susana Díaz tenía idea de disputarle la Secretaría general del PSOE en las primarias del 8 de mayo -puede retrasarse el 39 Congreso por repetición de elecciones-, el resultado de anoche no es tan rotundo como para allanarle el camino.

La participación fue desigual. En Cantabria, por ejemplo, se registró un 57%, mientras que en la Rioja el porcentaje fue del 61,7%. En todos los casos el «sí» ganó por una enorme distancia sobre el «no» y eso que numerosos cuadros y barones habían recibido con máxima frialdad esta consulta. El último, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien señaló anteayer que la pregunta «se las trae». Una pregunta que para José Antonio Pérez tapias, de Izquierda Socialista y rival de Sánchez en las primarias, es «un insulto a la inteligencia de los afiliados».

El líder socialista, al filo de las 21.30 colgó el siguiente tuit: «Orgulloso del PSOE y de sus militantes. Orgulloso de este gran partido. Gracias por vuestro apoyo. El cambio está más cerca».

El factor andaluz

En el cómputo global, Andalucía es un factor clave porque es la primera federación en número de militantes, seguida del PSC y de la Comunidad Valenciana. Desde un principio, Susana Díaz no vio con buenos ojos esa consulta porque se planteó como un pulso al poder decisorio del Comité Federal. Por eso, la participación de afiliados andaluces no ha sido muy alta; como no lo ha sido, tampoco, en otra de las federaciones críticas, la FSA asturiana, donde solo el 43% ejerció su derecho al voto.

Sin embargo, en Extremadura, donde los presidentes de la Diputación de Cáceres y Badajoz se habían mostrado críticos con el pacto, la participación fue superior al 60%. Y el 82,75 por ciento de los socialistas de la provincia de Badajoz y el 71 por ciento de la de Cáceres respaldaron el acuerdo con Ciudadanos.

El resultado, no siendo vinculante legalmente, sí lo es «políticamente», según se ha encargado de resaltar el equipo de Pedro Sánchez; así que mañana, lunes, al Comité Federal solo le queda ratificar lo que ayer dijeron los militantes. Los 19.692 votos por el «no» es cierto que no pueden sumarse directamente a una abstención de la mitad del censo, pero al ser tan elevado en zonas como Cáceres, Aragón y Andalucía, si influye en la lectura global.

Los efectos de esa consulta en el 39 Congreso están por ver, pero los barones críticos van a esperar al desenlace de las votaciones en el Congreso, y a la eventual candidatura de Mariano Rajoy o alguien del PP, antes de hacer cualquier movimiento.

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