El efecto llamada lleva a las vallas a cientos de subsaharianos

Ochenta consiguen entrar a la fuerza en Melilla bordeando el Dique Sur

Qué es el Frente Polisario

Varios inmigrantes detrás de una valla en la Ciudad del Fútbol del Altos del Real a 18 de mayo de 2021, en Melilla (España) EP

Hay asuntos que preocupan, y mucho, al Gobierno. Es el enorme efecto llamada que la avalancha de Ceuta ha tenido para cientos de subsaharianos, que decidieron poner rumbo a la valla de esa ciudad autónoma, pero que también tuvo consecuencias en Melilla, donde hubo una avalancha violenta. La pasividad de Marruecos, sin duda, va a ser utilizada por las mafias para ‘vender’ mejor su producto, y eso tendrá indeseables consecuencias para España.

Respecto a Ceuta, a lo largo de la noche del lunes al martes un reguero interminable de inmigrantes irregulares procedentes de Tánger y otras ciudades marroquíes enfilaron hacia la valla fronteriza. Muchos de ellos tuvieron que recorrer a pie más de un centenar de kilómetros y algunos llegaron a encaramarse a la alambrada, lo mismo que algunos magrebíes. Al cierre de esta edición, las fuerzas marroquíes habían solucionado la situación e impedían la llegada de estas personas a ese punto sensible.

En Melilla, sin embargo, la situación fue mucho más tensa . Ochenta subsaharianos entraron a la fuerza sobre las cinco menos cuarto de la madrugada tras bordear un espigón en la zona sur de la ciudad autónoma. Los irregulares «accedieron por la zona de las rocas, a la carrera, bordeando el Dique Sur . Lograron entrar a la ciudad 79 hombres y una mujer, que necesitó asistencia», según fuentes oficiales.

En el caso de Melilla, al contrario de lo que sucedió en Ceuta hasta primeras horas de la tarde, las Fuerzas de Seguridad marroquíes colaboraron para evitar que entrase más gente. De hecho, como adelantó ABC, ya lo habían empezado a hacer el pasado lunes, cuando los agentes de ese país hicieron varias redadas e incluso desmantelaron algún campamento próximo a la valla fronteriza.

Fuentes marroquíes aseguran que sus agentes impidieron la entrada de 150 individuos, del total de 300 que intentaron el acceso ilegal a la ciudad autónoma. Los subsaharianos se emplearon con cierta dureza –emplearon palos, barras de hierro, lanzaron piedras...–, y tres guardias civiles y la citada mujer resultaron heridos. Los propios inmigrantes se dirigieron a la carrera al CETI mientras eran acompañados por dotaciones policiales en su recorrido.

Refuerzo en la frontera

Consciente de la delicada situación en la que nos encontramos, la Delegada del Gobierno en Melilla ordenó ayer un refuerzo en la vigilancia de la frontera y se ha constituido un centro de coordinación para dar respuesta inmediata a los posibles incidentes que se puedan producir.

El Gobierno baraja como escenario más posible un aumento importante de la presión migratora, no solo en las ciudades autónomas. Ya se ha visto una subida en la llegada de pateras al sur de España procedentes de las playas de Tánger y Dajla. Asimismo, es muy probable un reforzamiento de la ruta canaria.

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