Alfonso Alonso, flanqueado por Damborenea y Sémper, tras anunciarse su candidatura a liderar el PP vasco
Alfonso Alonso, flanqueado por Damborenea y Sémper, tras anunciarse su candidatura a liderar el PP vasco - efe

Alfonso Alonso, un gestor contrastado para reflotar al PP vasco

Hombre de confianza de Mariano Rajoy, asume la compleja tarea de reconducir y cohesionar una formación en horas bajas

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Nunca se fue del País Vasco, donde fue concejal primero y alcalde después (1999-2007) en el consistorio de Vitoria, porque ha seguido siendo presidente de los populares alaveses, pero al asumir el liderazgo de la formación Alfonso Alonso se implica nuevamente de lleno en la política de su tierra. Un desempeño que hará compatible -«una responsabilidad dura»- con su cargo como ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. «No soy un pionero, no es una innovación», ha subrayado al recordar el doble quehacer de su compañero José Manuel Soria.

Cuando en diciembre de 2014 recibió el encargo de ponerse al frente de la cartera de Sanidad, nombramiento que el propio Alonso admitió que le había cogido por sorpresa, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, destacó su talla de «gran» político y «excelente» gestor, avalada por las diversas responsabilidades que había asumido tanto en el ámbito local como en el parlamentario.

«Estoy convencido de que lo hará extraordinariamente bien», aseguraba Mariano Rajoy, para quien Alonso goza de la máxima confianza, al nombrarle portavoz de su partido en el Congreso en 2011, cargo que ocupó hasta dar el salto al Ministerio de Sanidad, al que llegaba con la experiencia acumulada en la portavocía de asuntos sociales de la Cámara Baja, donde ocupa escaño por Álava desde 2008.

Fue Alonso quien alzó la voz cuando Arantza Quiroga anunció el contenido de la moción para crear una ponencia de convivencia y libertad en la que se pedía el rechazo a la violencia, en lugar de su condena. Y es Alonso quien, tras la reclusión y posterior dimisión de la hasta ahora presidenta asume la compleja tarea de enderezar el rumbo del PP vasco, en horas bajas tras la crisis de la última semana y los duros resultados de las últimas elecciones municipales, donde vio reducido a la mitad su número de escaños.

«Quiero un PP vasco centrado»

Aunque todavía no ha sido ratificado por la junta directiva que se reúne mañana -mero trámite-, Alonso ya ha avanzado su objetivo, que comienza por encarar las elecciones generales, pero va más allá: «Quiero un PP en el País Vasco centrado, un PP que defienda las ideas que hemos tenido, que nos han unido siempre en la defensa de la España consituticonal, de un País Vasco con personalidad propia, con su concierto económico, con sus singularidades forales en cada uno de los territorios».

«Quiero también que sea un partido que apueste por el diálogo, el encuentro, el entendimiento, desde la defensa de lo que nosotros somos, de lo que aportamos, de lo que significamos», ha avanzado. «Confianza, proyecto, personas y trabajo y toda mi implicación para asumir esta responsabilidad y que hagamos más fuerte nuestro partido y que tengan cabida todas las expresiones. Que tengan cabida todos. No es una cosa al servicio de un presidente, sino un presidente al servicio de un partido».

Ese primer discurso breve pero contundente ya encierra una de las claves que deben definir su mandato: volver a cohesionar un partido dividido por las cohesiones internas, con una líder, Arantza Quiroga, cada vez más aislada hasta que tiró la toalla.

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