Yolanda Barcina
Yolanda Barcina - efe

Barcina deja la presidencia de UPN sin convocar un congreso extraordinario

Ahora tendrán que elegir un nuevo presidente que organice el congreso

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La hasta hoy presidenta de UPN, Yolanda Barcina, ha anunciado por sorpresa que deja el cargo sin convocar el congreso extraordinario que prometió el pasado mes de junio. Aunque Barcina ya anunció que dejaría la presidencia del partido regionalista, el anuncio de este jueves puede considerarse como la dimisión efectiva después de seis años al frente de UPN.

La opinión de Barcina es que quien organice el congreso extraordinario «debe ser alguien dedicado a tiempo completo a la política», y ella ya ha comenzado a trabajar en la Universidad Pública de Navarra.

A partir de ahora, el partido tiene dos meses para convocar una asamblea en la que todos los afiliados votarán para elegir un nuevo presidente del partido, mientras que se mantiene la ejecutiva.

Y ese nuevo presidente o presidenta será quien organice y convoque el congreso extraordinario que renueve todos los cargos del partido regionalista. Esta medida puede alargar sine die los plazos de reorganización de los regionalistas, aunque Barcina ha enfatizado que el partido necesita «un congreso lo antes posible» para «renovar discursos, estrategias e ideas». «Mi convicción personal es que UPN tiene ante sí el desafío de una auténtica revitalización, un nuevo gran impulso. Sin duda hay que proceder a realizar cambios en el partido, pero esos cambios internos han de ser acordes a la propia sociedad, que previamente hay que entender y valorar en profundidad», ha asegurado Yolanda Barcina.

La dimisión efectiva de Yolanda Barcina ha cogido por sorpresa a todo el partido. Ya todos hablaban del próximo congreso extraordinario. Incluso la senadora Amelia Salanueva ya había anunciado que se presentaría como candidata para ese congreso extraordinario. Sin embargo, el anuncio de Barcina ha desbaratado los planes previstos y deja en el aire la renovación de UPN que, según los tiempos, no podrá ser en ningún caso antes de las elecciones generales previstas para fin de año.

Con esta decisión, además de alargar la lucha interna que se está produciendo en UPN de cara a ese aplazado congreso, el sector de Barcina se garantiza el control del partido a través del comité ejecutivo por lo menos hasta después de las generales. De cara a esas elecciones generales, UPN tendrá que decidir si, como ha hecho a lo largo de toda la democracia, se presenta conjuntamente con el Partido Popular, o se presentan por separado.

El candidato de los regionalistas para las elecciones forales del pasado 24 de mayo, Javier Esparza, ya dijo que en su opinión habría que preguntar a los afiliados el modo en que querían que UPN se debía presentar a dichas elecciones generales. Ahora todo queda en el aire.

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