El PP aún pelea por el gobierno de Asturias

El Partido Popular aún pelea por conseguir el gobierno autonómico de Asturias. Tras una primera votación con tres candidatos -el del PSOE, Javier Fernández, la del PP, Mercedes Fernández, y el de Podemos, Emilio León- en el que ninguno obtuvo la mayoría absoluta, y una segunda en que las candidaturas de PP y PSO E empataron a 14 votos, habrá que celebrar una tercera votación. Para llegar a ella con acuerdo, tanto los populares como los socialistas han iniciado una maratón de contactos con posibles socios de gobierno o, al menos, de investidura.

El estatuto asturiano señala que en la votación sólo se puede votar a favor o abstenerse; no es posible un voto en contra. El apoyo sorpresa del Foro Asturias al PP en el segundo intento de investidura propició el empate que ha abierto la puerta a la posibilidad de que el PP consiga gobernar en el Principado.

No es fácil: aritméticamente, es más sencillo un acuerdo PSOE-IU-Podemos. Pero hasta el momento, las fuerzas de la izquierda se habían mantenido divididas. El candidato socialista, confiando en la mala relación histórica entre Foro y PP, no se tomó la molestia de negociar con los otros posibles partidos ideológicamente afines, pensando que tenía garantizada la elección sólo con sus votos. Pero la sorpresa la dio Foro y su apoyo a la candidata popular, Mercedes Fernández.

A partir de ahí, todas las opciones están abiertas. Incluida la de que el PP consiga acordar con Ciudadanos y con Foro el apoyo suficiente para resultar elegido. El lunes ya se produjeron los primeros contactos, entre PSOE y la coalición IU, que terminaron con buenas vibraciones. Pero aún falta el escollo de Podemos, que el PSOE deberá poner de su lado si quiere vencer en la investidura.

Mientras, Mercedes Fernández también tiene previsto negociar con Ciudadanos, con quien ya se han mantenido contactos. Foro Asturias es ideológicamente muy próximo al PP, aunque hayan tenido choques más que notables en el pasado.

Existe un plazo legal de dos meses desde mediados de junio -cuando se constituyó la Asamblea asturiana- para votar la investidura. De no conseguirse un acuerdo, habría que repetir las elecciones.