Un miembro de Falange y Tradición es detenido por la Guardia Civil
Un miembro de Falange y Tradición es detenido por la Guardia Civil - efe

La Audiencia aplaza el juicio a un grupo de ultraderecha por delitos de terrorismo

Los miembros de Falange y Tradición se sentarán en el banquillo a partir del 13 de julio por amenazar de muerte a personas de la izquierda abertzale en Navarra

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La Audiencia Nacional juzgará a partir del 13 de julio a un grupo violento de ultraderecha por delitos de terrorismo. Seis años después de que fuera desarticulada la organización Falange y Tradición, sus principales miembros —José Ignacio Irusta, Javier López y Borja Pérez— se sentarán en el banquillo de los acusados por atacar monumentos de la memoria histórica y amenazar de muerte a personas de la izquierda abertzale en Navarra.

Según ha podido saber ABC, el juicio, cuyo comienzo estaba previsto para el lunes 8 de junio, se ha aplazado porque el letrado de uno de los acusados ha tenido un accidente recientemente y está convaleciente. Las sesiones serán el 13, 14 y 15 de julio. La Fiscalía pide para cada uno de ellos siete años de prisión por un delito de daños terroristas y dos delitos de amenazas con fines terroristas.

El fiscal del caso, Marcelo Azcárraga, les atribuye esa intención terrorista porque considera que Falange y Tradición tenía la finalidad de «instaurar un nuevo modelo político constitucional fuera de las vías legales» a través de «una serie de acciones dirigidas contra personas que, ideológicamente, pertencen a la izquierda abertzale o al comunismo, con objeto de atemorizarlas».

Todo comenzó el 11 de julio de 2009, cuando Irusta, el cabecilla del grupo, alias «el Barbas»», rompió una placa en homenaje a 17 presos del franquismo en el cementario de Artica, en Navarra. Sobre la placa escribió el mensaje: «Viva Cristo Rey». Fue el primer ataque de muchos. Un mes después, Irusta (47 años) rompió otra placa en el monumento que homenajea a «los esclavos del franquismo» en el Alto de Igal, un monte en la localidad de Vidangoz, que recuerda a los prisioneros de la dictadura de Franco que fueron obligados a trabajar construyendo la carretera NA-2130.

De atacar placas pasaron a amenazar a personas. En la madrugada del 19 al 20 de agosto de 2009, los tres acusados pintaron un coche del Ayuntamiento de Orcoyen utilizado normalmente por su alguacil, Francisco Aldaya, con dos mensajes: «Julio Kontuz, mira debajo» y «Zerri comunista». El tono se elevó cuando realizaron pintadas en la fachada principal del Ayuntamiento de Arbizu, donde amenazaron de muerte al alcalde, Javier Balda, del partido proetarra Acción Nacionalista Vasca (ANV) y tres concejales de la formación. «Hoy se os vigila, mañana os matamos», escribieron.

Otras acciones que cometieron fue romper una escultura y realizar pintadas en el monolito que recuerda a los comunistas que se fugaron del «Fuerte de San Cristóbal» en 1928, localizado en el monte «Ezkaba», en Ansoain, o pintar las tapias del cementerio de Berrioplano, cuya reparación costó más de 1.800 euros.

En los registros de sus domicilios, la policía encontró una palanca de hierro, una estaca de madera de más de sesenta centímetros —a la que los ultraderechistas llamaban «el as de bastos»—, esprays de pintura, así como documentos con instrucciones de seguridad, el ideario del grupo y anotaciones de personas vinculadas a la izquierda abertzale. Todas las acciones fueron reivindicadas por el grupo en un escrito del cabecilla del grupo a la agencia Efe.

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