El «backstage» de la campaña popular

Rajoy sube al escenario, se agitan banderas, inicia su discurso, su cara se repite en las pantallas de plasma, hay aplasos y ovaciones, suena la música y se marcha. Y así una y otra vez, hasta dos cada día. Es lo que se ve desde fuera, pero una campaña es mucho más que eso: hay trabajo, esfuerzo, y decenas de anécdotas. Estas son sólo algunas de las que se han vivido hasta ahora, en el ecuador de la campaña.

Don Benito y las «chapas mod». Que José Antonio Monago, el candidato a repetir en la presidencia de Extremadura, es un político atípico no hace falta decirlo: se aprecia casi en cada uno de sus actos. Durante el almuerzo-mitin que celebró en la localidad de Don Benito con Mariano Rajoy, presumió del «Monago-car», un Citroën 2 CV blanco, negro y verde, los colores de la bandera extremeña, que recorrió la localidad dejando escuchar a través de un megáfono a todo volumen su famoso «rap».

El candidato llevaba también la bandera encima: en una chapa tipo «mod» sobre la ropa. Durante su discurso, Rajoy rompió a reir abiertamente varias veces por sus ocurrencias.

Cerámica de Talavera de la Reina. No cabe duda: Talavera (Castilla-La Mancha) es famosa por su cerámica. Todo el mundo lo sabe, y su alcalde y candidato a repetir, Jaime Ramos, no quiso que sus invitados de honor al mitin del día 12 en la localidad se fueran sin un recuerdo. Por eso hizo a Rajoy y a Cospedal subir al escenario en medio del mitin para regalarles un vasija a cada cual. «Estará en el comedor de mi casa», dijo el presidente.

En bici y con corbata. Cristina Cifuentes, Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy llegaron en bicicleta al parque de la Arganzuela, en Madrid Río -el parque construido sobre los carriles ahora enterrados de la M-30-. Ellas, con zapato deportivo; él, con mocasines y corbata. Había una razón: llegaba directamente del Congreso de los Diputados. Entre los asistentes al mitin, militantes y «afines», se repartía el merchandising de las candidatas: llaveros, chapas que identifican a los candidatos y pulseras con la bandera de España y el lema de Aguirre: «Pico y pala».

El Real Madrid, siempre. Que Rajoy es un forofo del Real Madrid es algo conocido. No se perdió la semifinal de la Champions del miércoles, en la que su equipo no logró pasar a la siguiente fase. Así se lo recordaba un ciudadano cuando, al día siguiente, paseaba por las calles del centro de Palma de Mallorca, y el presidente se lamentaba. En la pastelería La Pajarita le alegraron la tarde con unos bombones «para sus niños». Él bromeó con la posibilidad de retirarse allí a vivir cuando dejara sus obligaciones políticas y volviera a ser registrador.

Aprovechar el momento. El Polideportivo Son Moix, en Palma de Mallorca, estaba a reventar para el mitin del jueves 14. En cada silla, esperaban a los participantes sobres con las papeletas para votar por los candidatos populares el 24-M: el asunto es dar todas las facilidades posibles. Al finalizar el acto, una docena de voluntarios se afanaban en retirar las sillas de la pista central, quitar las grandes banderolas populares y devolver al polideportivo un aspecto mucho más neutral. Muchas de las papeletas estaban en el suelo.