«Obedecemos órdenes que son legales»

Ocho guardias civiles imputados, cinco de la Compañía de Melilla y tres del GRS (Grupos Rurales de Seguridad) por un posible delito de trato degradante a un maliense que intentaba saltar la valla junto a otro medio millar de subsaharianos el pasado 15 de octubre.

La ONG Prodein grabó un vídeo en el que los agentes golpean con las defensas al inmigrante para que baje de la escalera en la que está encaramado y luego lo devuelven a Marruecos a través de la valla, llevándolo en volandas.

El titular del Juzgado número 2 de Instrucción, Emilio Lamo de Espinosa, tomó declaración a imputados y testigos los días 25 y 26 de marzo. Unos y otros aseguran que el inmigrante llevaba un garfio, que se resistió; utilizaron las defensas en manos y pies y estaba fingiendo el desvanecimiento que se ve en las imágenes.

«Cuando lo entregamos a los mehanies, se levantó, se puso de pie y se unió al grupo», declararon varios de los agentes.

El juez se mostró especialmente inquisitivo no solo con los extremos del delito investigado sino con todo el procedimiento y la actuación que se lleva a cabo en la frontera de Melilla respecto a las llamadas «devoluciones en caliente». «Siempre obedecemos órdenes cuando son legales y las que dan nuestros jefes son legales», le respondió uno de los guardias.

«¿La orden concreta es que cualquiera que sobrepase las tres vallas hay que expulsarlo? ¿Esto es así?» preguntó el juez deseoso de saber si hacían excepciones con menores, embarazadas o refugiados. Los funcionarios le detallaron su forma de actuar, en consonancia con el protocolo que siguen y las órdenes concretas que imparten sus mandos cuando se está produciendo un salto masivo.