Un avión despega del aeropuerto de Gibraltar
Un avión despega del aeropuerto de Gibraltar - ABC

España da el primer paso para sacar a Gibraltar del «Cielo Único Europeo»

El Gobierno logra excluir el aeropuerto del Peñón del Cielo Único Europeo y aísla a Londres en Bruselas, a la espera de futuras negociaciones

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La cuestión de Gibraltar ha vuelto a aparecer de lleno en la discusión europea y España ha logrado que Gran Bretaña se quedase sola en la discusión sobre la puesta en marcha del llamado «Cielo Único Europeo». La ministra de Fomento Ana Pastor logró que la aplicación de este nuevo tipo de normas no incluya sistemáticamente al aeropuerto que existe en la colonia británica porque España considera que las instalaciones se alzan en unos terrenos que no le fueron cedidos a las autoridades británicas y que haberlo aceptado hubiera sido una concesión en un «asunto de soberanía» para España. La intransigencia británica ha vuelto a ser el escollo que puede seguir retrasando la aplicación de un paquete legislativo que beneficiaría potencialmente a 500 millones de personas.

Los británicos han considerado inaceptable la solución de compromiso que ha aceptado España

Durante la parte del Consejo que se muestra públicamente, la ministra ha defendido que se trata de «una cuestión de Estado y de interés vital para España porque afecta a nuestra soberanía e integridad territorial» ya que el aeropuerto de Gibraltar se ha construido en el istmo «ocupado por Reino Unido ilegalmente» (tal como consta en el texto del Tratado de Utrecht de 1713) razón por la cual España siempre ha exigido que quede excluido del reglamento sobre Cielo Único.

La presidencia italiana del Consejo propuso una solución de compromiso que consistió en redactar entre corchetes una frase recordando que «la cuestión de cómo se refleja en el texto todo lo relacionado con Gibraltar dependerá del éxito de las negociaciones entre España y el Reino Unido». Como se encargaron de señalar los servicios jurídicos de la secretaría del Consejo, en términos comunitarios todo lo que se pone en un documento oficial entre corchetes quiere decir que no ha sido aceptado por todos, lo que de hecho significa de algún modo que no hay acuerdo, pero de este modo se ha podido aprobar el documento con las Orientaciones Generales que permitirá continuar la discusión con el Parlamento Europeo. La Comisión, presente en este Consejo y que también participa en estas negociaciones, se ha mostrado de acuerdo con la solución que ha aceptado España y que ha rechazado el representante británico, Robert Goodwill, el subsecretario del ministerio de Transportes y buen conocedor de la política europea, puesto que fue eurodiputado.

La ministra Pastor considera que «España ha defendido lo más importante, que es la soberanía nacional» y por ello considera que el resultado del debate ha sido «muy satisfactorio». En el consejo había dicho que el Gobierno español pretende «colaborar con lealtad y entusiasmo» con el resto de los países para la aprobación del reglamento sobre el «Cielo Único» que servirá para agilizar el transporte aéreo y evitar que la actual división del espacio aéreo civil se colapse.

Soberanía nacional

Como ha recordado la ministra, España había bloqueado tradicionalmente cualquier aplicación al aeropuerto de Gibraltar de la reglamentación comunitaria, si esta suponía un reconocimiento de la autoridad británica sobre esa parte del territorio. Después se adoptó la política de añadir una cláusula que suponía que no se aplicaría en Gibraltar y en caso de que hubiera dudas sobre si una reglamentación concreta tenía o no incidencia en la colonia británica, entonces se aceptaba el criterio de la Comisión Europea. Todo ello se desmontó en la época del Gobierno socialista, cuando el entonces ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos aceptó los llamados acuerdos tripartitos de Córdoba en 2006, que preveían una solución con uso compartido de las instalaciones y que Lóndres tampoco llegó a cumplir de buena fe.

Precisamente ayer Robert Goodwill sacó a relucir ese acuerdo para decir que la posición de España no estaba justificada y para exigir que se aplique a Gibraltar toda la legislación comunitaria sin restricciones. «Apoyamos con entusiasmo esta reglamentación que es buena para los pasajeros pero debe aplicar plenamente los tratados. Mi Gobierno solo puede aprobarlo si está absolutamente claro que Gibraltar está incluido». A efectos comunitarios, Gibraltar es una circunscripción electoral británica y los nacional-populistas del Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP) están pisándole los talones a los conservadores de David Cameron.

Tal vez por ello, el representante británico prefirió acusar a España de h aberse «retirado unilateralmente» de los acuerdos de Córdoba, que por primera vez reconocían a las autoridades locales de la colonia como interlocutores ante el Gobierno de España.

Por su parte, la ministra Pastor dijo que la fórmula no cumplía con todas las aspiraciones españolas, pero que teniendo en cuenta las peticiones de la presidencia italiana de «flexibilidad y espíritu de compromiso» a todos los países, para poder avanzar en este importante proyecto, España aceptaba esta fórmula que excluye a Gibraltar. Para Ana Pastor, haber mantenido la redacción primitiva habría supuesto «tomar partido por una de las partes» en la disputa.

Ahora, una vez que se ha aprobado este documento, las negociaciones para el objetivo general pueden continuar con el «trílogo» con el Parlamento, donde previsiblemente volverá a aparecer el asunto del aeropuerto construido en el istmo. La presidencia italiana deseó que Madrid y Londres puedan «desbloquear este asunto en un tiempo relativamente corto». Evidentemente, es poco probable que ello sea así si Lóndres no cambia.

Ver los comentarios