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Fotografía publicada en el perfil de Jon Ezkurdia - facebook
el actor koldo losada, asesinado

«Es imposible que haya matado a Koldo y a Gastón»

El actor Koldo Losada murió de un fuerte golpe en la cabeza. Su marido está detenido y el perro de la pareja, estrangulado y arrojado a la basura

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«La gallina ciega comenzó sin ruido y así se va. Gracias por todo lo que nos habéis regalado». Con este mensaje y una inquietante fotografía subida ayer a Facebook se despedía ayer Jon Ezkurdia en el perfil que había abierto sobre su bar de copas en Bilbao, situado a tan solo 150 pasos del gimnasio del «shaolín», en la calle Máximo Aguirre. Muy cerca de allí, apenas un rato después de dejar escrito esas líneas, tenía lugar el crimen en el piso donde residía con su marido, el actor teatral Koldo Losada, de 54 años. Losada fue encontrado ayer por la noche sin vida, tirado en el pasillo de la casa, con una toalla ensangrentada en la cabeza. Había recibido un golpe mortal.

Ezkurdia fue detenido por la Ertzaintza como principal sospechoso del crimen cometido en el número 16 de la calle Lersundi.

Koldo Losada tenía una amplia trayectoria sobre las tablas, aunque era más conocido por series televisivas como «Águila Roja», «Aída», «Amar en tiempos revueltos» o «Los hombres de Paco». La pareja, muy popular en Bilbao, tenía un perro, un pequeño Westy Terrier blanco, de nombre «Gastón», que llevaban a todas partes. «Era uno pequeño de la raza de Puppy», afirmaban este jueves los costernados vecinos, que no daban crédito a lo sucedido. «Es imposible que Jon haya podido matar a Koldo y a Gastón. Es que no me lo creo. Estoy pasada», aseguraba a ABC una amiga de la pareja.

El detenido regentaba desde hacía varios años «La gallina ciega», un bar de moda «bien puesto» y con mucho público. Pero Jon bajó la persiana a comienzos de septiembre. Un cartel, arrancado ayer de la puerta, aseguraba que estaba «cerrado por causas ajenas a nuestra voluntad». En la misma acera de la calle Máximo Aguirre, el falso monje shaolín Juan Carlos Aguilar asesinó a dos mujeres en primavera del año pasado. «Vaya racha llevamos. No hay quien se lo crea», afirman sorprendidos los taberneros de la calle.

Mientras Jon atendía en la barra, dentro, Koldo solía alternar fuera con el perrito. «Siempre andaba tomando una cerveza. Era una pareja maravillosa, se llevaban estupendamente. No entendemos qué ha podido pasar», afirman unos clientes del barrio. « A Jon le conozco desde hace nueve años. Es un hombre cariñosísimo, siempre te viene con un cumplido», señala una de las camareras del bar de enfrente. Según algunas fuentes, la hermana de la víctima declaró ayer a la Ertzaintza que la pareja se hallaba en trámites de divorcio, en una situación «insostenible».

El presunto autor del crimen tuvo que ser atendido anoche por una ambulancia ante el alto grado de alcoholismo que presentaba. Al parecer, les habría dicho a unas amigas que le habían detectado una enfermedad terminal, mostrando en todo momento un comportamiento anormal. Las amigas, alertadas, decidieron subir a la casa familiar de la pareja, donde hallaron el cadáver de Koldo. La Ertzaintza encontró el cuerpo del perro, que murió estrangulado, en un contenedor situado junto al colegio público Cervantes, a escasos metros del portal. La investigación policial sigue abierta.

El Departamento de Cultura del Gobierno vasco emitió un comunicado lamentando la muerte violenta del conocido actor, natural de Guecho, del que valoró su profesionalidad y alta versatilidad. Esa misma mañana había utilizado su cuenta de Facebook, en la que solía dejar mensajes optimistas y videos sobre animales. El pasado 12 de noviembre, compartió una frase atribuida a Ghandi: «No hay que apagar la luz del otro para lograr que la nuestra brille».

Los usuarios de la red social han comentado la última entrada del detenido: «Estoy impresionado. Hasta dónde podemos llegar y cómo se puede retorcer nuestra propia mente», escribió uno. «Esa foto de ayer… Cuando la vi (…) no sé por qué, pero me inquietó», apuntó otra.

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