Elecciones - Catalanas

Margallo: «Iré al debate con Junqueras porque lo que más me preocupa es la unidad de España»

Tras la polémica, el ministro de Asuntos Exteriores señala a ABC que está «a disposición del PP catalán»

Margallo, junto a John Kerry el martes en Washington
Margallo, junto a John Kerry el martes en Washington - AFP

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, manifestó ayer a ABC que aceptó mantener un cara a cara en televisión con el presidente de ERC, Oriol Junqueras, porque Cataluña siempre ha sido un tema central para él y porque quiere explicar a los catalanes las consecuencias de apoyar el independentismo.

En declaraciones telefónicas desde Estados Unidos, donde acompaña a los Reyes en su visita a ese país, García-Margallo, no ocultó su extrañeza por las críticas que recibe por ser uno de los ministros que más se ha involucrado en el debate sobre Cataluña. «Cataluña me ha interesado toda mi vida», afirmó, al tiempo que recordó que si el artículo 2 de la Constitución habla de la «indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles» fue como fruto de una enmienda personal que él presentó siendo diputado para que se introdujera la palabra «indivisible».

«Lo que más me ha preocupado, me preocupa y me preocupará –insistió– es la unidad de España y no puedo permanecer en silencio».

«A disposición»

El ministro señaló que, por ese motivo, aceptó mantener el debate con Junqueras, pero siempre subordinado a lo que decidiera el Partido Popular de Cataluña, que es quien lleva la dirección de campaña. «Yo siempre he estado a disposición del PP en Cataluña. No tengo ningún afán de protagonismo, ni ninguna ambición personal. Sólo quiero servir a mi país en un momento tan difícil y ayudar a mis compañeros catalanes a evitar el suicidio de Cataluña». «Compareceré –agregó– como miembro del Comité Ejecutivo del PP, pero no puedo olvidar que soy ministro de Asuntos Exteriores y, además, que si vamos a discutir sobre la viabilidad de una Cataluña independiente en la Unión Europea, creo que algo puedo decir de eso después de haber sido miembro del Parlamento Europeo durante muchos años».

García-Margallo subrayó que «lo que tienen que valorar los catalanes es cómo les iría en una Cataluña independiente que no sería reconocida por la Unión Europea». Y sobre el reto de Junqueras a que le diga en qué tratado de la UE, directiva o simple artículo se habla de la exclusión automática de un territorio por constituirse en un Estado propio, replicó que tampoco hay ningún artículo en la Constitución estadounidense que diga que España no puede ser el Estado número 51 de Estados Unidos. «Todas las interpretaciones sobre los Tratados coinciden en que es clarísimo que dejaría de pertenecer a la UE»

El ministro reiteró que una Cataluña que se declarara independiente quedaría fuera de la Unión Europea y que «es más que dudoso que pudiera solicitar el ingreso, ya que no sería un Estado reconocido. Además –enfatizó– no creo que tuviera ni un solo voto».

García-Margallo volvió a enumerar algunas de las consecuencias económicas que tendría para Cataluña la secesión. Entre ellos, citó que debería pagar aranceles a España, al resto de la UE y a los países con los que la Unión tiene acuerdos preferenciales; y que no podrían financiar la deuda acumulada que tienen, porque tendrían los mercados cerrados, el BCE no compraría esa deuda y no podrían acudir al Fondo Monetario Internacional por no ser una Estado.

El ministro señaló que Cataluña no tendría la menor oportunidad de ser reconocida como Estado, ya que precisaría tener nueve de los 15 votos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y los dos tercios de votos de la Asamblea General de Naciones Unidas, algo muy difícil de conseguir como han visto otros aspirantes. Entre ellos, se refirió a a Palestina (que tiene 130 reconocimientos), la República Árabe Saharaui Democrática (que tiene 50, sobre todo de la Unión Africana); u Osetia del Sur y Abjasia, apoyados sólo por Rusia, Venezuela, Nicaragua y Nauru. «Cataluña no tendría la menor posibilidad en la ONU. Sería –dijo– uno más de esos pseudoestados».

Por último, a quienes consideran que, «por razones pragmáticas» se aceptaría a Cataluña en la ONU y en la UE, el ministro les preguntó: «¿Eso, cuándo? ¿Dentro de 30 o 40 años? ¿Y, mientras, quién paga?»

Toda la actualidad en portada

comentarios