Elecciones - Catalanas

Mas convierte la Diada en un acto de partido

Por cuarto año consecutivo, el independentismo ha toamdo la calle en una demostración de fuerza que las entidades soberanistas y las candidaturas de Junts Pel Sí y la CUP confían que se traduzca en una mayoría de votos en los comicios del 27

Miles de personas en la avenida Meridiana de Barcelona durante la Via Catalana - efe

Un acto de partido. La concentración soberanista convocada este viernes en Barcelona con motivo de la Diada del 11 de septiembre se ha convertido en una expresión de apoyo a las candidaturas que defienden la independencia en las elecciones del 27 de este mes, cuya campaña electoral ha comenzado hoy. Por cuarto año consecutivo, el independentismo ha tomado la calle en una demostración de fuerza que las entidades soberanistas y las candidaturas de Junts Pel Sí y la CUP confían que se traduzca en una mayoría de votos en los comicios del 27, una mayoría que, ahora mismo, las encuestas –la última la hecha pública por el CIS el pasado jueves– no otorgan, aunque sí en número de escaños de manera muy ajustada.

Si el jueves el presidente Artur Mas ya había aprovechado de manera partidista el mensaje institucional con motivo de la Diada para convocar de manera explícita a la manifestación de este viernes, esta ha sido de forma evidente un acto de partido, una masiva concentración en apoyo de las formaciones independentistas de la que, consecuentemente, acabaron descolgándose el resto de fuerzas políticas, también aquellas que en anteriores «diadas» sí habían apoyado la convocatoria. Artur Mas finalmente tampoco acudió a la cita, aunque sí su gobierno prácticamente en pleno y el resto de intregrantes de las listas soberanista. El presidente, pese a ausentarse apelando a su posición institucional no ha desaprovechado para capitalizar el acto recibiendo a sus organizadores.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha destacado este viernes el «orgullo, confianza e ilusión» que genera la «multitudinaria concentración» independentista y ha reclamado al Estado que aparque el «orgullo imperial» y deje de «amenazar con las leyes» como si los soberanistas fuesen «delincuentes».

En una declaración institucional tras recibir en el Palau de la Generalitat a los organizadores de la movilización en la avenida Meridiana de Barcelona con motivo de la Diada, Mas ha afirmado que «en la calle se influye pero en las urnas se decide».

Cifras hinchadas

Como es habitual, la diferencia entre las cifras de asistencia que la organización ha facilitado y la capacidad real de la avenida Meridiana ha sido abismal, un hecho que no esconde que la marcha haya sido multitudinaria, y que el independentismo, al menos a pie de calle y transcurridos cuatro años de la primera manifestación, sigue fuerte, aunque no con el mismo vigor que en las marchas anteriores.

Cifras al margen, la concentración del viernes, tal y como se había previsto cuando Mas convocó los comicios del 27-S, ha servido para lanzar las candidaturas de Junts Pel Sí –integrada por ¬CDC, ERC y las entidades soberanistas– y la CUP, en un larguísimo «spot» emitido en directo durante varias horas por TV3. Como compensación, la Junta Electoral (JEC) obliga a la cadena catalana a dedicará a PP, C’s y PSC –partidos que recurrieron la retransmisión ante la JEC– un espacio análogo.

A pie de calle, y como en las marchas anteriores de la Diada, la euforia ha dominado entre los asistentes, una sensación de irrealidad que llevaba a muchos a proclamar que la de ayer fue la última gran marcha reivindicativa. Por encima de leyes y puede que de la realidad electoral –eso se verá el día 27 por la noche– muchos sentían la secesión al doblar la esquina. Bautizada como «Vía Libre a la República Catalana», la marcha independentista marca el inicio de una campaña electoral en la que el soberanismo se juega puede que su última carta.

Tras la manifestación, la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, ha tildado de «legítima» la marcha, pero ha remarcado que «Cataluña es muchísimo más plural» y que «lo veremos el próximo 27 de septiembre en las urnas». Por su parte, el candidato del PSC, Miquel Iceta, ha reconocido que en la convocatoria de ayer hubo mucha gente, pero que «la única manera que tenemos de saber exactamente cuál es el pensamiento de los ciudadanos de Cataluña es hacer un llamamiento a la participación el próximo 27 de septiembre y que cada uno diga la suya».

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