John Kasich, a la izquierda, de campaña en New Hampshire, es saludado por un seguidor
John Kasich, a la izquierda, de campaña en New Hampshire, es saludado por un seguidor - AFP

La dispersión de los indecisos favorece a Trump en New Hampshire

El emergente Kasich y el Bush más agresivo aspiran hoy a acercarse o superar a Marco Rubio en New Hampshire

MANCHESTER (NEW HAMPSHIRE) Actualizado: Guardar
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La carrera republicana está abierta en canal, con más aspirantes que nunca y sin un líder indiscutible, y New Hampshire difícilmente va a ser decisivo. Pero el segundo estado en competición va a despejar mañana dudas importantes: si el favorito, Donald Trump, se desquita de la derrota de Iowa y hace buenas esta vez las encuestas; si el peor debate de Marco Rubio ha frenado realmente su escalada e, incluso, le deja sin el segundo puesto al que parecía destinado, y si los tres gobernadores y representantes del establishment, John Kasich, Jeb Bush y Chris Christie, aprovechan su última oportunidad para engancharse al tren de posibles nominados, tras un mal arranque. De ellos, el primero se perfila como posible revelación en New Hampshire, aspirante incluso a desplazar a Rubio; el segundo, ante su última oportunidad de convencer a sus poderosos donantes, apunta también a una subida, aunque podría no ser suficiente.

Christie, más alejado en los sondeos, parece contar con menos opciones. El vencedor en Iowa, Ted Cruz, cuyo perfil más conservador y de cristiano evangélico le puede hacer perder posiciones, espera que el siguiente estado, Carolina del Sur, le vuelva a dar opciones de victoria.

La lógica tampoco es buena consejera en New Hampshire, donde el elevado número de indecisos, del 40% en la carrera republicana, y la presencia de votantes no adscritos (a diferencia de los caucus), hace de estas primarias las más inciertas. Pero también hay que hablar de lógica. Todos los analistas coinciden en que Donald Trump tiene hoy las de ganar. Lidera las encuestas con más de diez puntos sobre el segundo, en un estado mucho más cercano el espíritu más liberal de su Nueva York de origen. Aunque el magnate, con una prudencia inédita en su personalidad, ha evitado estos días cantar victoria anticipada, para evitar revolcones y un efecto amplificador, como le ocurrió en Iowa, donde había puesto las expectativas por las nubes. Pero es un hecho que la carrera se ha abierto, según todas las encuestas, y la incorporación de los tres gobernadores al reparto de ese voto indeciso, que en el estado del Medio Oeste se fue muy mayoritariamente a Rubio y a Cruz, juega en favor del millonario. No se aprecia una única alternativa sólida a su probable victoria.

El gobernador de Ohio, John Kasich, aspira a emular al Ted Cruz de Iowa en todo menos en ideología. Al igual que hizo el senador por Texas en el estado conservador, Kasich ha centrado toda su estrategia en New Hampshire como trampolín para meterse entre los favoritos. El veterano pero menos conocido político de Pensilvania, que antes de ser gobernador fue elegido representante en el Congreso durante nueve mandatos consecutivos, ha sido quien más actos ha celebrado en este estado, más de un centenar. El más pragmático y menos conservador de los aspirantes republicanos es firme partidario de promover la inversión pública y contrario la deportación masiva de inmigrantes que defienden algunos de sus rivales. Algunas encuestas le sitúan ya segundo, por delante de Rubio.

La incógnita de Rubio

Jeb Bush también ha echado el resto los últimos días. Ayer cerró campaña tachando Trump de “perdedor, llorón y mentiroso”. En su versión más agresiva en New Hampshire, donde también ha arremetido contra Rubio por su “falta de experiencia”, Bush afronta su última baza como favorito del establishment. Las encuestas le acercan al hispano y a Kasich.

La gran incógnita se centra en Marco Rubio. Aunque hay casi unanimidad en considerar que su mala actuación en el último debate, ante las críticas aceradas de Christie, va a frenar su progresión, nadie se atreve a hacer un cálculo previo del parte de daños. Si mantiene la expectativa y logra ser segundo, habrá superado un gran escollo y se consolidará como alternativa a Trump. Si pierde posiciones, el retEl emergente Kasich y el Bush más agresivo aspiran hoy a acercarse o superar a Marco Rubio en New Hampshireroceso le puede costar caro en esta carrera de fondo.

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