El Gobierno aprueba una subida fiscal en plena crisis para sostener el «mayor gasto social de la Historia»
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cifra el aumento recaudatorio a diésel, grandes empresas, rentas altas y refrescos en 1.800 millones y deja fuera la subida del IVA a la Sanidad y la Educación o la bajada de impuestos a las pymes
El Gobierno ha articulado su proyecto de Presupuestos para la recuperación, un documento que mezcla los esteroides que suponen los 27.000 millones de euros que llegarán de Europa con ajustes fiscales para arañar el apoyo de Podemos. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias presentaron a primerísima hora de ayer las líneas principales de las cuentas que han logrado pactar, exhibiendo cada uno sus éxitos: mientras el primero hizo hincapié en las inversiones, el segundo enfatizó el mayor gasto en servicios sociales -bajo la batuta de su vicepresidencia- y las subidas tributarias en pos de una mayor «justicia fiscal» .
Ante ello, llamó la atención la ausencia de la vicepresidenta económica Nadia Calviño en la rueda de prensa de un proyecto que, contra su parecer, lleva el claro sello de Iglesias, quien logró un compromiso para regular el alquiler y una subida del 0,9% para funcionarios y jubilados , un alza que es del 1,8% para las pensiones no contributivas.
Así, este extraño gazpacho de más gasto y más impuestos, en un momento en el que las subidas fiscales son nocivas para la actividad y Europa, aún, no pide ajustes, se dirigirán hoy al Congreso de los Diputados. Los damnificados fiscales son grandes empresas, diésel, rentas altas, planes de pensiones, aseguradoras y refrescos, que cubren el «mayor gasto social de la Historia» que incluirán las cuentas en palabras de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero: 239.765 millones, un 10% más.
Este cóctel expansivo tratará de restañar el daño que pueden suponer una crisis y unas subidas fiscales que, eso sí, entrarán con toda su fuerza en 2022 y no en 2021, al recaudar 2.135 millones entonces frente a los 1.862 del que viene.
En contraposición, todas las partidas de gasto suben. La política sanitaria crece un 75,3% y el Iprem, del que dependen subsidios y ayudas, experimenta su mayor alza desde su creación : un 5%. Además se duplica el gasto en infraestructuras a 11.500 millones en un claro guiño para conseguir el voto de nacionalistas mientras que el turismo se lleva unos exiguos 1.300 millones, pese a ser el sector más afectado, con menos de un 5% de los fondos europeos.
Curiosamente, pese al pulso agridulce con Podemos, el PSOE ha conseguido que la subida de impuestos sea menor a la estimada en un inicio en el plan presupuestario. Fruto de ello, el techo de gasto ha bajado en 1.641 millones frente a lo aprobado hace escasamente dos semanas. El incremento fiscal en las cuentas se queda en 1.862 millones de euro s , 4.223 adicionales con los nuevos impuestos y medidas fuera de las mismas -6.085 millones en total-. Junto a los Presupuestos, en 2021 también irrumpirá un nuevo impuesto a los residuos (en coordinación con las comunidades para ingresar 861 millones).
Finalmente se ha quedado fuera, entre otras, la subida del IVA de la Educación y la Sanidad privadas y el Gobierno se limita subir el impuesto del 10 al 21% a bebidas azucaradas. Como avanzó ABC tampoco irá la prometida rebaja en el Impuesto de Sociedades a las pymes. Porque el grueso de la reforma fiscal que viene se aplaza, encargando a un comité de expertos una propuesta a largo plazo.
A día de hoy, eso sí, Podemos logra una subida de IRPF a las rentas del capital superiores a 200.000 euros de tres puntos, a un tipo del 26%. Para los ingresos del trabajo por encima de los 300.000 euros, el alza será de dos puntos, gravándose al 47%. El impacto político es mayor que el recaudatorio: ingresará 491 millones en dos años y afectará a 36.197 contribuyentes, un 0,17% del total.
Algo similar ocurre con la subida del Impuesto de Patrimonio de un punto a los que posean más de diez millones, ya que son las regiones las que deben decidir y no el Estado. La Autoridad Fiscal estimó hace dos años que esta misma medida hubiera ingresado entre 8 millones y cero euros frente a los 339 millones que pronosticaba entonces el Ejecutivo.
La propia Montero admitió que este alza no se dará hasta que no se aborde la reforma de la financiación, donde Hacienda quiere que regiones como Madrid suban su fiscalidad. Lo que sí tendrá efecto es que se mantiene indefinidamente el impuesto. Mayor será la recaudación adicional por la revisión del beneficio fiscal de los planes de pensiones, cuya reducción el IRPF baja de 8.000 euros a 2.000 para los planes individuales y sube a 10.000 para los colectivos de empresa para ingresar 580 millones, eso sí, en 2022 por provenir de la declaración de la Renta.
Holdings en el punto de mira
Pero serán las empresas las que paguen buena parte de la subida fiscal: 3.870 de los 8.270 millones en subidas hasta 2022, el 47%. Si bien no va el tipo mínimo del 15% a grandes empresas, sí se cuela un alza por sorpresa del 6% al 8% del impuesto a las primas de seguros para recaudar 455 millones más en 2021. Eso sí, la principal medida proviene de la reducción al 95% de la exención en Sociedades a plusvalías y dividendos de grandes empresas sobre sus filiales tanto del exterior como de España, lo que afecta también a los holdings . Un incremento que en 2021 y 2022 supondrá 1.520 millones que pagarán 1.739 empresas, un 0,12% de total. La medida afectará a las que facturen más de 40 millones, con una exención de tres años al resto.
Los otros 500 millones se recaudarán del aumento del Impuesto sobre Hidrocarburos al diésel, donde el tipo estatal pasa de 30,7 céntimos el litro a 34,5, sin afectar al gasóleo profesional y bonificado. Tras tres años con los Presupuestos de 2018, legado camino de servir de plan quinquenal del exministro Cristóbal Montoro, las cuentas de la pandemia llaman a la puerta del Congreso.
