Vendée Globe

En un profundo sueño de Vendée Globe se pierde el sueño de ganar la regata

El drama se produjo a 90 millas de la llegada, el «Seaexplorer – Yacht Club de Mónaco» se empotró contra un pesquero

«Hablé mucho con gente que no había hablado en mucho tiempo»

Dury Alonso

Boris Herrmann ha vivido las dos caras de la moneda en la Vendée Globe 2020-2021. Antes de salir, «una mañana tomé un café con Sam Davies en Lorient y nos preguntamos qué haríamos si nos viéramos obligados a retirarnos . Y la respuesta fue que seguiríamos fuera de la regata porque nos motivan los colores de las causas que llevamos. Ella terminaba por los niños, yo por la ciencia. Estoy muy contento de ver que ha funcionado como imaginábamos».

Hace cuatro años que a Herrmann le apareció la oportunidad de participar en la vuelta al mundo en solitario Vendée Globe gracias a la decisión de monegasco Pierre Casiraghi, que es el armador del «Seaexplorer – Yacht Club de Mónaco» y el que ha conseguido todos los apoyos económicos para que, por primera vez, un barco IMOCA bajo el pabellón del Principado de Mónaco estuviese en esta regata.

El barco elegido fue el ex Gitana 16, un diseño VPLP/ Verdier de los siete nuevos IMOCA para la Vendée Globe de 2015-2016, construido por Chantier Multiplast en Vannes y comprado en 2017 por el equipo Maliza de Pierre Casiraghi, siendo el patrón Herrmann que cuenta con 22 personas trabajando para que todo funcione como un reloj y navegando bajo la grimpola del Yacht Club de Mónaco. Más no podía pedir Boris Herrmann a su sueño de participar en la novena edición Vendée Globe hecho realidad.

Los «foils» de primera generación le fueron cambiado por los de tercera generación, mucho más grandes, para lo cual tuvieron que realizar trabajos estructurales dentro del casco y las salidas de los «foils» sobre la línea de flotación; viendo la cubierta del barco se aprecia cómo salen sobre ella las guías de las hidroalas, sistema muy parecido a cómo los lleva el «Charal».

Durante esta Vendée Globe Boris , Herrmann siempre estuvo en el grupo de cabeza de la flota. En el Ecuador cruzó en séptima posición, tras 10 días, 17 horas y 30 minutos; en cabo de Buena Esperanza cruzaba hacia el océano Índico en quinta posición después de 23 días y 13 horas; en la jornada 37 de regata, el 14 de diciembre de 2020 cruzaba la longitud de cabo Leewin hacia el este en octava posición; tras 57 de navegación, el 5 de enero de 2021 viraba cabo Hornos en el noveno puesto para iniciar el ascenso por el océano Atlántico hacia Le Sables d´Olonne.

En el Atlántico Sur el patrón alemán está preparado para lanzar su ataque sobre los primeros de la flota, además ya en ese momento contaba con la bonificación de seis horas por participar en las tareas de búsqueda y salvamento del marino Kevin Escoffier. Al través de cabo Frio se colocaba en el sexto puesto, y 945 millas más al norte, a la altura de la ciudad brasileña de Recife, navegaba tercero detrás del «Apivia» y el «Bureau Vallée 2»; y cruzaría hacia el hemisferio norte en la misma posición el 16 de enero de 2021.

Son las últimas tres mil millas para finalizar la Vendée Globe, Boris Herrmann ha llegado hasta el hemisferio norte Atlántico con el «Seaexplorer – Yacht Club de Monaco» sin graves averías y se encontraba en una posición de oro de materializar el sueño de su vuelta al mundo en solitario. Ya no es que aspirase a finalizar en un quinto puesto, tenía la puerta abierta a estar en el pódium e incluso, por qué no, ganar la regata.

El ataque definitivo se produjo después de las islas Azores, a 1.200 millas de la llegada. A proa, a sotavento, tenía al «Apivia» de Charlie Dalin que arrastraba una avería en el foil de babor; y por el norte al «Bureau Vallée 2» . En un principio decidió irse hacia el norte detrás del «Bureau Vallée 2» hasta que trasluchó hacia el este cruzando la derrota del «Apivia» y seguir sus pasos para entrar en el Golfo de Vizcaya por el mar Cantábrico.

Las últimas 300 millas de la Vendée Globe entre el cabo Ortegal y Le Sables d´Olonne son muy difíciles, y no por las condiciones meteorológicas, sino por el cansancio acumulado que tiene los patrones después de 80 días de regata y tener que lidiar con el tráfico marítimo que hay entre Finisterre y el Canal de La Mancha, a lo que se le suma los numerosos pesqueros que están faenando en esas aguas.

Boris Herrmann tenía la situación controlada para dejar que el «Seaexplorer – Yacht Club de Monaco» navegase con el piloto automático mientras el aprovecharía para descansar un poco, lo que se llama una cabezadita para estar un poco más fresco en las ultimas millas. Dejó todas las alarmas conectados, la del radar, el AIS, la electrónica, el sistema OSCAR, etc., todo funcionaba. Y a 90 millas del final, en plena noche, su barco se empotra contra un pesquero que estaba con el aparejo en la mar. En el tortazo perdió el botalón y púlpito de proa, las velas se rasgaron y la peor parte se la llevó el foil de estribor al quedar muy dañado.

Después de desengancharse del pesquero, y dejar las cosas claras con el capitán, Herrmann reanudó la marcha atando con unos cabos el foil de estribor para evitar que con el movimiento del barco no produjese una avería mayor.

A las 11 horas y 14:59 minutos de este pasado jueves, 28 de enero de 2021 el «Seaexplorer – Yacht Club de Mónaco» cruzaba la línea de llegada de la Vendée Globe en sexta posición en tiempo real después de 80 días, 20 horas y 59:45 minutos. Y al aplicarle las 6 horas de bonificación se clasificó en cuarta posición detrás del ganador «Maître CoQ IV» de Yannick Bestaven.

En un momento difícil, ya en tierra, muy cansado, Boris Herrmann comentaba: «Estoy contento con el resultado, sobre todo teniendo en cuenta los últimos acontecimientos. Absolutamente contento con mi regata y mi resultado. Ha sido un esfuerzo de equipo y estoy deseando celebrarlo con ellos. La preparación del barco, en torno a la regata, la misión con la ciencia y la educación. Es agradable tener a toda esta gente aquí ahora juntos. Esta es la mejor parte de la regata».

«La Vendée Globe me ha cambiado. Lo peor fue chocar con el arrastrero antes de llegar. Estaba de pie en la parte trasera de la embarcación y pude ver cómo se atascaban partes de mi barco y luego se rompían. Al final, pudimos terminar y bien. Los daños del barco no son demasiado graves, no son estructurales».

«No sé cómo, la Vendée Globe me ha cambiado, me ha enseñado mucho sobre la paciencia y la confianza: confianza en la gente, confianza en el barco. Me enseñó que las cosas buenas llegan con el tiempo. Que hay que esperar 80 días para el final y para todas esas bellas emociones y que no es un viaje de placer. Es una extraña relación entre el tiempo y la recompensa».

Yannick Bestaven definía a Herrmann en la llegada: «Es sin duda el patrón con el que más me he comunicado desde el inicio de la regata. Boris es una bella persona, un patrón tan dotado como discreto. Estoy muy decepcionado por no compartir la fiesta con él» .

Herrmann pudo materializar su sueño de finalizar la regata Vendée Globe, además ha logrado ser el primer alemán en lograrlo, y su IMOCA «Seaexplorer – Yacht Club de Mónaco» también ha sido el primer velero monegasco en conseguirlo.

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