Vendée Globe

Jérémie Beyou a 400 millas de virar Hornos en tercera posición

El líder Armel Le Cléac´h ante vientos variables al noreste de las Malvinas. Dídac Costa ha cruzado el meridiano de cabo Leeuwin, y le quedan mil millas para salir del Índico

Vigo (Pontevedra) Actualizado: Guardar
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Por ahora tan solo dos IMOCA 60 de la Vendée Globe ha virado cabo Hornos: “Banque Populaire VIII” y “Hugo Boss”; el siguiente en hacerlo será el “Maître CoQ” de Jérémie Beyou, que está a 400 millas en aguas del océano Pacífico.

El “Maître CoQ” es el único OPEN 60 de la anterior generación que ha instalado “foils”; es el IMOCA 60 con el que Michel Desjoyeaux ganó su última Vendée Globe en 2008-2009; y en la anterior edición de esta regata corrió bajo el nombre de “Banque Populaire VII” de la mano de Armel Le Cléac´h, que finalizó en segunda posición.

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Jérémie Beyou ha tenido muchos problemas técnicos a bordo del “Maître CoQ” desde el inicio de la Vendée Globe, mantiene una encona rivalidad con Paul Meilhat, hasta su retirada por avería en la quilla de su OPEN 60 “SMA”.

Beyou mantiene la tercera posición desde el pasado día 20 de diciembre. En ese momento tenía una ventaja de 496 millas sobre el cuarto “St. Michel – Virbac” y a día de hoy, 26 de diciembre de 2016, la ha estirado hasta las 800 millas; y respecto al segundo “Hugo Boss”, ha podido recortar 110 millas, de tenerlo a 845 millas a 750 millas cuando el OPEN 60 británico viraba cabo Hornos este pasado domingo.

El más rápido del grupo de cola es el “One Planet One Ocean” del español Dídac Costa. Que a las 07:45 horas de ayer domingo, 25 de diciembre de 2016, cruzó el meridiano de cabo Leeuwin (Australia) hacia el este después de 48 días, 18 horas y 44 minutos. Está a mil millas de la isla de Tasmania, final del océano Índico, ocupa el puesto 16, y navega con dos velas menos del ropero de su OPEN 60.

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A bordo del “No Way Back”, del holandés Pieter Heerema, el piloto automático le está dando muchos problemas. Ayer comentó que tenía que decelerar su OPEN 60: “Lo hago con el propósito de reducir la velocidad al entrar en la alta presión, porque tengo muchas cosas que hacer con el tiempo en calma. En este momento es como un crucero. Dejo la regata en segundo plano. Ésta es una oportunidad para preparar el barco de cara a la travesía del Pacífico. No estoy completamente preparado, pero esto debería estarlo esta noche; y luego espero encontrar una solución a mis problemas con el piloto automático. Sí no la encuentro, es otra buena razón para estar en el norte, porque voy a buscar un puerto en Australia y llevar el barco a Europa. Sin piloto automático, no es factible. No hay manera de entrar en el Pacífico sin piloto”.

Decisión radical del multimillonario Pieter Heerema, que no piensa en jugársela en el océano Pacífico.

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