Las influencias en la vela pesada española

Nicolás Terry Martínez

01/09/2020
Actualizado a las 12:24h.

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Oficialmente el debut del Rey Juan Carlos en la vela española se produjo en los Juegos Olímpicos de Munich de 1972, donde compitió representando a España en la clase Dragón, formando equipo con Gonzalo Fernandez de Cordoba, Duque de Arión, y Félix Gancedo

Desde entonces su apoyo a la vela española ha sido constante y muy productivo para los armadores de proyectos importantes dentro de la «vela pesada» (o de crucero) española, modalidad en la que navegó tras el periodo del Dragón, que finalizó en 1973 tras disputar el último Campeonato de España. Independientemente de su actividad como deportista en esta mítica clase, que dejó de ser olímpica en 1974, supo trasmitir a quien correspondía la necesidad de crear una regata para este monotipo olímpico que estuviera incluida en el calendario mundial de, en aquella época, una clase señera. A pesar de haber perdido su rol olímpico seguía, entonces, y sigue ahora con mucha actividad: así nació el Trofeo Princesa Sofía para la clase Dragón, que posteriormente y con el transcurso de los años se abrió a otras disciplinas, incluido el crucero, sobreviviendo al paso del tiempo. En la actualidad el Trofeo Princesa Sofía, es una de las regatas más importantes del circuito mundial de vela olímpica.

Más allá de las connotaciones familiares para bautizar la prueba, en el nombre del Trofeo Princesa Sofía también tuvo mucho que ver que su cuñado, el rey Constantino de Grecia, que fue medalla de oro en Dragón en los Juegos de Roma celebrados en el año 1960, barco con el que la Reina Sofía navegaba en alguna que otra ocasión.

En la actualidad, aquel Dragón, primer «Fortuna» de la saga real, está expuesto en el Museo del Deporte de Barcelona desde noviembre de 2011, entidad a la que fue cedido por el Rey Juan Carlos. El barco fue restaurado, ya que se encontraba en muy mal estado, a iniciativa de Jordi Salvat, presidente del Salón Náutico de Barcelona durante muchos años, siendo sufragados los costes de su restauración por 27 empresarios catalanes, con dos nexos en común: grandes amantes y practicantes de la vela y amigos del Rey. Cada uno aportó 2.222€ del total de los 60.000 que costo la restauración.

Dentro de la clase crucero el Rey Juan Carlos desplegó una intensa actividad, tanto a nivel deportivo (como tripulante y patrón) como de ayuda a muchos armadores a encontrar los patrocinadores que aportaran los fondos necesarios para la construcción de los barcos. También tuvo un papel relevante como participante de competiciones en España y en el extranjero, una simple presencia que facilitaba la aparición de patrocinadores en apoyo de la vela de alta competición.

A lo largo de los casi cincuenta años del Rey Juan Carlos en el mundo de la vela, los dos armadores de vela pesada más beneficiados han sido José Cusí y Pedro Campos, sin olvidarnos el apoyo que su participación otorgaba a regatas y circuitos como la Copa del Rey Agua Brava, (en la actualidad Copa del Rey Mapfre) y el extinto Circuito Audi Med Cup, en la actualidad 52 Súper Series, como ejemplos más significativos.

José Cusí fue el creador de la mítica saga de los barcos bautizados bajo la marca «Bribón», que desde el año 73 _primer Bribón_, hasta 2010 _décimo cuarto y último de la saga_ lucieron en su casco, velas y uniformes de la tripulación el logo de La Caixa, aquella famosa estrella de cinco puntas que creó para la entidad el pintor Joan Miró, en la década de los 70.

En el mundo náutico es de todos conocido que la presencia del Rey Juan Carlos como patrón de los barcos de la saga «Bribón» fue importante (y podríamos decir, sin riesgo a equivocarnos, que incluso determinante) a la hora de que La Caixa patrocinara a las catorce embarcaciones, convirtiéndose la entidad financiera catalana en uno de los más longevos patrocinadores de un proyecto a nivel mundial, nada menos que 36 años y una docena larga de barcos construidos bajo el paraguas de Cusí. En el terreno deportivo Don Juan Carlos consiguió cinco victorias en la Copa del Rey de Palma, siendo patrón de esta ya legendaria saga de barcos.

Turno para Pedro Campos, el patrón gallego por excelencia (al menos mediáticamente) con el permiso de otros grandísimos armadores y patrones que ha tenido la vela pesada gallega. El de Cuntis contacta con la saga de los barcos de Cusí, durante la construcción del «Bribón VIII», en la factoría de Astilleros Españoles de Puerto Real, aprovechando el tirón de la construcción del primer Copa América español de la historia. Campos actúa como una especie de coordinador o Project Manager en la construcción de dos unidades gemelas, una para el «Bribón» y una segunda que nunca llegó a tocar el agua.

Es en la temporada 2000 cuando el «Bribón», aparte de la estrella de Miró, también luce en su casco la imagen de Telefónica Movistar y es en este barco, el undécimo de la saga, cuando Campos entra en el proyecto con fuerza, colocando a parte de sus fieles tripulantes en puestos claves de una tripulación mítica y fiel a Cusí que encabezaba Chano Guash y contaba en sus filas con los Piti, Emili, Carlos, Jordi, el malogrado Sito, Bing, Pepe etc. La formación ha ido cambiando de forma paulatina a los largo de los años.

Pedro Campos, sin abandonar las regatas de crucero del calendario español, apunta alto y dirige sus pasos hacia dos objetivos fundamentales, la Copa América y la Vuelta al Mundo por Etapas, la Volvo Ocean Race. Dado que para afrontar estos proyectos hay que dotarlos de grandes y costosos presupuestos, la figura del Rey Juan Carlos es fundamental para conseguir que se abran puertas y pueda exponer a grandes empresarios su proyecto. El Rey le apoya desde un primer momento y fruto por un lado de la habilidad de Campos en los negocios y por otro del aval del Rey, consigue liderar y participar en tres proyectos de Copa América y seis en la Volvo Ocean Race.

En la Copa América participó en las ediciones disputadas en aguas de San Diego (California) en 1992 y 1995, así como en la celebrada en Auckland (Nueva Zelanda) cuatro años más tarde. En las tres ediciones en las que participó los resultados deportivos fueron realmente discretos; en Nueva Zelanda además hubo una notable polémica por los duros desencuentros entre la dirección deportiva y la gerencia del proyecto, que acabaron con Campos fuera del barco.

Siguiendo con la Copa América, para la edición a celebrar en Valencia en 2007, Agustín Zulueta presentó un proyecto denominado «Desafío Español» con Iberdrola como patrocinador principal y con Campos como consejero. Cuando está todo listo para la firma y la presentación, Pedro Campos presenta una alternativa a la de Iberdrola, que supuesta y presuntamente viene avalada por gente importante. Tras unas tormentosas negociaciones en el verano de 2006 en Puerto Portals, donde se celebraba la regata Breilting, Agustín Zulueta consigue sacar adelante su proyecto y Pedro Campos (que seguía siendo consejero) no solo no dimite sino que permanece en el mismo sin voz ni voto y con Agustín Zulueta como director general.

En la Volvo Ocean Race, Pedro Campos debuta en la edición del 2005/06 con un barco patrocinado por Movistar. Dado que la salida era en el Puerto de Vigo con el aliciente de ser la primera vez en la historia de esta competición (tanto cuando se denominada Withbread, como con Volvo, que abandona el Reino Unido como puerto de salida), otro gran regatista oceánico español Roberto Bermúdez de Castro (el único que ha escrito con el también español Juan Vila su nombre en el palmarés de la regata) presenta otro proyecto esta vez bajo el auspicio y patrocinio de Caixa Galicia. Bermúdez de Castro era el patrón de los proyectos que armaba Vicente Tirado con el patrocinio y confianza absolutos de la entidad financiera con sede en La Coruña. Con el proyecto oceánico de Chuny a punto de firmarse y a falta de los flecos finales, el por aquel entonces director general de la caja, Jose Luis Méndez, recibe una llamada del Rey, en la que supuestamente le comenta _aunque fuentes de toda solvencia consultadas por este periódico lo corroboran_ que es mejor que solo exista un barco español. El hecho es que a los pocos días Caixa Galicia comunica que el proyecto para participar en la Volvo Ocean Race y que lidera Bermúdez de Castro era cancelado. La noticia, que trascendió poco en el momento, llevó a que Chuny se alistara en el «Brasil», de Torben Grael, y fue considerado para muchos aficionados gallegos como «su» barco.

El barco «Movistar» que armaba Pedro Campos y que tomó parte como único representante español en la regata no llega a finalizarla. Se hunde por una vía de agua el 21 de mayo de 2006. Campos repite en la edición de 2008-09 pero esta vez con dos barcos, el «Telefónica Negro» y el «Telefónica Azul», con los que finaliza en 6ª y 3ª posición. En la edición de la regata de 2011-12, que repite con Alicante como puerto de salida, es la última que navega bajo con los colores del Equipo Telefónica, y con Iker Martínez como patrón, finalizando en el puesto 4º.

Para esta edición con el denominado Equipo Telefónica, días antes de la salida, Pedro Campos recibió una aportación de 6 millones de euros de la extinta CAM, en concepto de patrocinio, según fuentes de máxima fiabilidad consultadas, «no se sabía muy bien a cuenta de qué correspondía este nuevo patrocinio, ya que en teoría el presupuesto del barco estaba completado entre el patrocinador principal Telefónica y los partners».

La aseguradora Mapfre abre un nuevo ciclo de participaciones de Campos en la Vuelta al Mundo, en la edición de 2014-15 que cuenta con la presencia a bordo del Rey Juan Carlos en la última etapa de la regata que finaliza en 4º posición. En esta edición el fabricante español de calzado Camper patrocina un barco con tripulación de Nueva Zelanda y (qué cosas) con Chuny Bermúdez de Castro a bordo, cumpliendo la normativa reglamentaria de la regata sobre el abanderamiento del barco, que porta en su popa la bandera kiwi y la española. El equipo de Campos, amparado en la potencia de sus patrocinadores, intenta que esto no sea así, pero esta vez no lo consigue y el Camper completa la regata con las dos banderas, finalizando segundo, tras el handicap que supuso tener que abandonar momentáneamente la regata a la altura de las costas chilenas a reparar las graves averías sufridas y volver a incorporarse.

Para la edición 2017-18, última de las celebradas al día de hoy, Campos se presenta con el mismo barco y el mismo patrocinador y finaliza segundo.

Pedro Campos, no deja de reconocer que el apoyo del Rey Juan Carlos ha supuesto mucho en sus proyectos, como declara en una entrevista realizada el 12 de marzo de 2017, tras recibir al barco en su base de Sanxenxo para iniciar los entrenamientos. «El Rey Juan Carlos I, un grandísimo aficionado a la vela y gran impulsor de este deporte en España, siempre ha apoyado decididamente a los proyectos españoles en la Volvo Ocean Race. La última muestra fue el pasado 12 de marzo, cuando recibió al Mapfre a su llegada a Sanxenxo para comenzar los entrenamientos». En ese ciclo de 5 ediciones de la Volvo, los únicos barcos españoles que han participado fueron los de Pedro Campos, a excepción del Camper en la de 2017.

Desde hace unos años, el RCN de Sanxenxo que preside Pedro Campos es el foco de actividad deportiva de Don Juan Carlos, ya que al tener que retirarse de navegar en la saga de los «Bribones», encontró en la clase 6 metros Formula Internacional el barco perfecto para volver a navegar.

La influencia del Rey Juan Carlos es fundamental en el desarrollo de la clase como reconoce el presidente, Mauricio Sánchez-Bella: «El Rey Juan Carlos ha presentado la clase a muchos, muchos amigos suyos, él mismo ha sido navegante y promotor de la vela durante más de 40 años». Para Sánchez-Bella el otro gran impulsor de la clase fue el Real Club Náutico de Sanxenxo. En agosto de 2019, el rey Juan Carlos consiguió el título de campeón del mundo en Finlandia, navegando en las tres últimas pruebas con una tripulación liderada por Pedro Campos. Confirmaba así que el anterior título conseguido en Vancouver en 2017, no fue un hecho puntual.

El hecho que el Rey Juan Carlos en los últimos tiempos haya encontrado en Sanxenxo un refugio para su ajetreada vida y la amistad con Pedro Campos, la misma que le profesa a José Cusí, han sido elementos claves para el desarrollo de este tipo de barcos en aguas gallegas, por un lado y por otro de la vela pesada española, aunque según otras fuentes muy cercanas al mundo de la vela, «no se entiende por qué este apoyo no lo han recibido también otros armadores españoles tan importantes, al menos, como Cusí y Campos».

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