Entrevista

Álvaro Basterra: «En la vela, ahora se prima más la velocidad»

Capitán del puerto del RCMARSC e histórico patrón que formó parte de la tripulación del «Fortuna»

José Capetillo

Álvaro Basterra es el Capitán de Puerto del Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club de Las Arenas (Vizcaya) desde el primero de octubre de 1995. Navegó mucho desde 1984 hasta ese 1995, principalmente en el histórico ‘Zorongo’ de Ignacio Jáuregui, “con el que cruzamos dos veces el Atlántico, pero esto lo he hecho diez veces, de las cuales seis han sido en regata. Con el ‘Zorongo’ hice tres Vueltas a España. La última la completé en el Caja Madrid: una Cádiz-La Habana en el 2001. Resultó la última y los recuerdos que tengo son muy buenos. Iba con Pachi Rivero, Joao Cabecadas, José Luis Tuero, José Luis Suevos y con una persona llamada Juan Mazo, un trabajador de Caja Madrid al que le ofrecieron como premio el cruzar el Atlántico con nosotros. En Vueltas a España he formado parte del equipo de José Luis Suevos y un par de escarceos en el Fortuna”, rememora Álvaro Basterra sentado en la cubierta de su barco, el Jonbi. Antes de charlar con él se cruza con muchas personas en los pantalanes del Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club, le consultan de todo y luego nos pide un tiempo para saludar a Gerardo Teijeira, quien fuera presidente del Club de Las Arenas. La conversación fluye en su embarcación, aunque estaba prevista en un banco de piedra muy cercano que homenajea a Jorge Churruca, expresidente y regatista del R.C.M.A.-R.S.C., donde Álvaro Basterra suele acudir a veces para respirar hondo, pensar y contemplar unas preciosas vistas de ‘su’ Abra. “El mar es mi casa”, susurra.

¿Cómo empezó con este deporte de la vela?

Mi padre Joaquín nos enseñó a navegar. Nos compró un Optimist en el año 65 o 66 y los fines de semana daba una vuelta con nosotros por el Abra. Nos dejaba aquí -en ese lugar que le apasiona- y luego ya nos venía a buscar más tarde. Nos quedábamos navegando mi hermano Peperra y yo. Luego, ya participamos en la Escuela del Real Sporting Club, que en aquella época estaba en Arriluce. Nos pegábamos porque faltaban piezas. Íbamos allí muy pronto, desde las ocho de la mañana para montar los barcos y que no nos faltasen piezas. Y es que el último que llegaba no navegaba y era cuestión de hacerlo. Nos gustaba. Recuerdo que por entonces el muelle del puerto de Santurce era igual que el de Arriluce. No había nada. Los mercantes del carbón fondeaban en mitad de la bahía con unas boyas muy grandes que usábamos para las regatas.

Vaya diferencia con la vela de la actualidad. ¿Cómo la percibe?

Sí, hay mucha diferencia. Ahora está cogiendo un ritmo, para mí, muy alto. Yo creo que me he quedado un poco atrás. Se prima la velocidad y, aunque hay flotas como la de los Snipes que tienen auge, veo que mucha gente que navega lo hace en artefactos voladores. Está cogiendo un cariz un poco extremo. Entiendo que la gente joven se divierta más volando que no mirando el viento y de dónde viene la corriente. Aquí tenemos un buen equipo de Snipe y contamos con una base de Optimist importante. También tenemos una buena flota de ILCA, pero esto dura mientras los jóvenes están estudiando. Algunos pasan a la clase Snipe e intentan aguantar mientras trabajan, otros pasan a la clase J80, pero a crucero ya salta poca gente. No les engancha estar en regatas de cuatro horas. Nosotros hacíamos pruebas de seis y de ocho horas y volvíamos encantados. Ahora les dices para hacer una regata de cuatro horas y te dicen si estás trastornado.

Su Club es uno de los más prolíficos en la organización de regatas.

Este Club es súper activo. Prácticamente todos los fines de semana hay regatas entre cruceros, J80 y la vela ligera, además de los entrenamientos. La actividad y el calendario del Club son importantes durante los últimos años. Percibo que en la clase crucero hay poco barco nuevo, no hay armadores nuevos. Aparecen diseños de barcos pelín agresivos, pero no acaba de arrancar. Los armadores son los mismos de ni sé cuánto tiempo… Conozco a todos de cuando era pequeño y he navegado con ellos. Es difícil. Pensamos mucho en cómo atraer a la gente, pero hay que dar con la tecla.

¿Qué recuerda de su época como regatista?

En aquella época no se salía tanto como se hace ahora. Éramos muy pequeños. Eran regatas de Club. Participamos con los Taps, cuando había una flota grande de 12 o 14 barcos en aquella época en la que Toño Gorostegui ya destacaba como gran campeón. Solía haber una vez al año un trofeo del circuito y solíamos acudir a navegar a Santander o a Palma con los Taps.

Fue capitán “por titulación” -matiza-, pero no patrón de la regata, en una etapa en la Vuelta al Mundo con el Fortuna. En aquella tripulación de 13 personas había veteranos del Licor 43 y del Fortuna Lights y otros conocidos navegantes españoles como Jan Santana y Javier de la Gándara como patrones. Estaban, por ejemplo, Joan Vila y Miguel y Héctor López Piqueras, Iñaki Castañer, Jordi Doménech, José Eloy, Guillermo Altadill, Juan José Fernández, Rafa Tibau, Fernando Muñoz, Quino Quiroga, Santiago Portillo, Gerard Pares, Pelayo López, José Luis Doreste, Javier Visiers y el propio Álvaro Basterra.

Ese quizás fue el top de mi carrera como navegante. Estuve involucrado en el Licor 43, pero no acabé la selección. Estuve también con Javier Visiers y participé en el Forutna. Hice una etapa que fue Uruguay-Fort Lauderdale en Estados Unidos -la que llaman la Venecia de América-, sustituyendo al capitán del barco. Todos ellos eran ‘vueltamundistas’. Para mí estar ahí era como un sueño hecho realidad. Considero que siempre me han gustado más las regatas largas que las de un día, estos barlovento-sotavento. Lo que a mí me gustaba era estar en el mar.

¿Qué le parece la actual Copa América?

La evolución tal y como se ha desarrollado todo en general me parece bien, aunque pierde una parte de su idiosincrasia, que es la de estar pegándote barco contra barco. Ahora no hay prácticamente esa lucha. Los marcajes son a distancia. No hay esa batalla cuerpo a cuerpo como había antes. Son unos diseños que decías: esto no se va a levantar del agua. Ver a ‘cracks’ de este deporte pasando miedo en el barco tiene su cosilla. Parece que próximamente en la próxima Copa América de Barcelona van a intentar hacer una Copa de jóvenes y una femenina en barcos de 40 pies en vez de 70. Será bonito e interesante. Los barcos evolucionan mucho.

Sus hijos Sofía, Telmo y Perico han seguido sus pasos y son grandes aficionados y practicantes de este deporte.

Sofia fue campeona de España, de Francia y de Italia de 420 y también fue preolímpica con los Elliots. Ahora trabaja en Madrid. Telmo estudia y navega en Estados Unidos. Y Perico ha sido ahora campeón del mundo junior de la clase J80 y segundo mejor amateur en Newport con el Fhimasa Escuela de Vela José Luis de Ugarte.

Por esta Escuela de su Club pasan decenas y decenas de jóvenes. Es un vivero de navegantes.

Esta Escuela de vela intenta promocionar este deporte a través de la diversión y ahondar en el espíritu de la vela, fomentando el trabajo en equipo en el mar. Se trata de que las personas aprendan a ayudarse y a entender que estás en un medio que a veces es hostil. El mar cabreado es… En la navegación se genera ese tipo de sintonía que luego sigue en tierra. Es un deporte muy sano porque te quita de la calle.

Su Club cumple 125 años en 2023.

El nuestro es uno de los grandes clubes de España. Este Club es mi Club desde siempre. Cuando entré yo, unos años después cumplió ya los cien años. La perspectiva es la de cumplir los 125 años con eventos que, para nosotros, tanto en el puerto y en el agua, van a ser muy interesantes porque vamos a organizar tres campeonatos de España (ILCA, Snipe y J80) y cumplimos holgadamente las expectativas de un Club histórico de 125 años.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación