Harken Power Seat, o como subir al mástil sin esfuerzo

Vigo (Pontevedra) Actualizado: Guardar
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No solo es Harken winches, poleas y mordazas, su división industrial ha puesto en el mercado una guindola automática. Con motor eléctrico o de combustión para subirse al mástil sin esfuerzo.

Como no subirse al mástil a pelo. A ciertas edades lo de subirse al mástil es un tanto engorroso, y si además no se tiene a un penitente, o a dos, más difícil por aquello de tirar de la driza o darle al winche. Un verdadero quebradero de cabeza el subir al mástil, y en solitario ya es para nota si no se está cachas. Inventos en el mercado hay unos cuantos que permiten izarse uno mismo, desde los típicos sistemas que utilizan los escaladores, los mecánicos y ahora tenemos la posibilidad de tener un polipasto adaptado a las grandes alturas.

Es de todos conocido la marca Harken, la multitud de referencias que dispone para el sector náutico velístico: poleas, mordazas, winches, carros de escota, etc.; pero pocos conocemos la División Industrial de Harken, la cual ha sacado al mercado el producto “Power Seat”, principalmente orientado a trabajos en altura dentro del sector de la obra civil y rescate, pero que también se puede utilizar en el sector náutico.

Harken Power Seat a gas o eléctrico. El Harken Power Seat es lo que podríamos llamar una “guindola automática”, un asiento para subirse a un mástil sin la ayuda de otra persona y de forma automática. Aprovecho para decir que una “guindola” es básicamente un pequeño andamio volante realizado a partir de una tabla y unos cabos, que con el paso del tiempo se ha mejorado pero poco más.

Con un diseño ergonómico, el Harken Power Seat permite izarse al mástil de cualquier velero gracias a un mecanismo que lo acciona un pequeño motor, bien sea térmico o eléctrico. Su peso es de 14 kilos para la versión a gas, y de 19 kilos con motor eléctrico. Su carga de trabajo máxima es de 300 kilos. Cuenta con un control de velocidad, a prueba de fallos / hombre muerto para controlar la velocidad de subida, de hasta 15 m. /min. Tiene un sistema de freno con sistema de anti caída libre, y un mordedor protegido para evitar cualquier enganche de los dedos, ropa, etc.

¿Qué cuánto cuesta? Lo suyo es que lo compre una marina, o puerto deportivo, para servicio de los propietarios de veleros porque el Harken Power Seat tiene un precio de partida de 5.750 euros. Pero un profesional que se precie y le preocupe la seguridad de él y los demás, no debería de escatimar esfuerzos para tener un elevador automático.

Por cierto, en el mercado también hay otras marcas para poder auto subirse al tope del mástil.

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