Troicki, tenista y saltador de vallas

Muchas veces crece. Sobre todo cuando el brazo se encoge y está cerca tanto la derrota como la victoria. Pero ni siquiera sus 106 centímetros fueron un impedimento para que el tenista Viktor Troicki diera muestras de su agilidad y su buena forma física.

Su oponente en el Masters 1.000 de Miami, David Goffin, envió una volea con forma de dejada que obligó al serbio a correra hacia la red. Con tanto ímpetu que la única opción era superar la cinta y pasar al otro lado de la pista, aunque eso supusiera perder el punto. También perdió el partido (6-1 y 6-1), pero de su salto puede salir un buen atleta.