Real Madrid
Ancelotti desea cortar de raíz una debilidad defensiva que genera dudas
La afición sufrió por esa falta de seguridad en el tramo final del partido y el entrenador madridista exigirá a sus hombres concentración en el sistema destructivo y contundencia para despejar y dejar de sacar el balón jugador
La galopada sin premio de Vinicius que puso en pie al Santiago Bernabéu
Tengo que arreglar el desaguisado de la defensa. No podemos mostrar en cada partido esta debilidad. Debo poner firmes al equipo para exigirle concentración y contundencia cuando el rival aprieta la defensa. Ancelotti tiene esos pensamientos en la cabeza. Sus declaraciones públicas quitaron relevancia al problema y argumentó el susto en esa falta de concentración, para dejar caer que en el fútbol siempre se sufre hasta el final. Eran declaraciones para descafeinar una preocupación que tiene mucha cafeína. El Real Madrid es segundo en la Liga, líder de su grupo en la Champions y los talones de Aquiles se ven de manera distinta desde esa posición privilegiada, pero s u sistema defensivo demuestra una flojera que el técnico italiano pretende atajar de una vez.
El conjunto blanco lo pasó mal ante el Shakhtar y sufrió demasiado frente al Rayo Vallecano. Lo mismo sucedió en Elche . Sus hombres se echaron atrás para defender los tres marcadores y el último partido, ante los vallecanos, desveló una flojera en la retaguardia que pudo costar realmente el empate si no es porque Courtois y Kroos despejan dos balones casi en la línea de gol.
Los tres encuentros los sacó el Real Madrid adelante, sí, pero el entrenador sabe que ante rivales mucho más fuertes habrá que tener solventado el problema, porque se permiten demasiadas ocasiones a los enemigos y no siempre estarán Courtois y Kroos para salvar al grupo.
El análisis del día después es que los nervios sufridos ante el Rayo Vallecano demostraron falta de seguridad y de confianza del equipo en su propia solidez defensiva. El adversario penetraba hasta por el centro y nadie le paraba. Militao y Alaba no podían con todo ese torrente y Kroos se colocó como un tercer central . Fue decisivo.
Ancelotti exigirá a sus hombres mayor rotundidad en el sistema defensivo, que no solo compete a la retaguardia, sino también a los centrocampistas y delanteros, incluso Benzema, el más liberado en esas misiones, que ya realiza la presión sobre el área rival para impedir sacar el balón jugado . Vinicius también ejecuta esa labor destructiva . Cuando la situación es crítica, todos deben marcar a su par y perseguirle si sube al ataque para evitar la superioridad numérica en ataque.
El «allenatore» pedirá a sus pupilos lanzar la pelota en largo sin dudar y dejar de jugar en corto, porque arriesgan sobremanera. Su menaje es concentración y decisión para despejar sin remilgos y no dejar huecos, ni arriesgar con paredes, o dar balones tocados atrás que pueden costar goles.
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