Motogp

Valentino Rossi recoge los frutos de su rancho

Por primera vez un piloto formado en la academia del italiano consiguió la victoria en la categoría reina; Bagnaia, también pupilo del nueve veces campeón, fue segundo

Lección de Morbidelli, quinto ganador en seis carreras

Bagnaia (izq.) y Morbidelli (der.), en el podio del Gran Premio de Misano AFP

Mario L. Clavero

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El triunfo de Franco Morbidelli en San Marino consagró el plan de Valentino Rossi. La arrolladora victoria del ítalo-brasileño significó la primera en Motogp para un piloto formado en la cantera del nueve veces campeón del mundo. Por si fuera poco, en el podio también le acompañó otro pupilo del «46». Francesco Bagnaia comparecía en Misano tras romperse la tibia en los libres de Brno. Acabó segundo, muy lejos de las Ducati oficiales. Sin duda, oposita para ganarse un asiento de honor en la firma de Borgo Panigale. Morbidelli y Bagnaia, comparten nacionalidad, desparpajo y denominación de origen: el rancho de Tavullia.

Rossi quiere que su legado perdura en el padocck cuando cuelgue los guantes. Hace ya seis años que Rossi fundó la VR46 Riders Academy . Un trampolín para que los jóvenes talentos italianos alcancen el sueño de llegar al Mundial de motociclismo. Los requisitos, ser italiano y derrochar talento. Para ello, «Il dottore» les abre las puertas de su santuario. El rancho, además de lugar de peregrinaje para los rossistas, es el ring donde sus discípulos entrenan, conversan y pasan largos días respirando olor a gasolina.

Rossi, además, se rodeó de los mejores mecánicos. Al frente del equipo Sky Racing Team by VR46 puso a Pablo Nieto, expiloto e hijo del mítico campeón 12+1 español Ángel Nieto.

Desembarcaron en 2014, en Moto3. Romano Fenati y Bagnaia estrenarían las primeras motos: dos KTM negras con distintivos azules. Ese año de debut, Fenati le brindó las primeras victorias al equipo (4), mientras que «Pecco» progresaba sin hacer mucho ruido. Al año siguiente, Fenati se postulaba como candidato al título, pero su problemático carácter, llegando incluso a las manos con Uccio Salucci, íntimo de Valentino, le terminó por desterrar de la escuadra.

La academia seguía surtiendo pilotos. Pero fue el salto de Moto2 donde se consiguieron los resultados deseados. Franco Morbidelli , aunque con los colores de otro equipo - el Marc VDS-, consiguió el primer mundial luciendo el logo de la cantera italiana. Ocho victorias en el 2017 le catapultaron hacia el título de Moto2 y a la categoría reina, donde después de dos años ha conseguido subir a lo más alto del podio. Un cajón que está apenas diez kilómetros del rancho de su mentor.

«Sólo quiero dar las gracias a quien ha permitido esto, porque no viene sólo de mí, sino de mucha gente que ha trabajado conmigo, la escuela VR46 entre ellos, también Valentino. Gracias a todas estas personas que están conmigo y que son por las que he podido llegar a ganar esta carrera hoy», afirmaba Morbidelli al concluir la cita de casa.

La exigencia iba a más. El proyecto estaba más que asentado y ganar el campeonato de nuevo era casi una obligación en 2018. Un imperativo que cumplió Bagnaia . El turinés se adaptó a la perfección a la clase intermedia. Logró ocho victorias y le dio el primer mundial a la estructura comandada por Nieto y Rossi. También le valió una plaza en Motogp, de la mano del equipo satélite de Ducati. Su segunda posición conseguida en San Marino ha sacado los colores a los pilotos de la estructura oficial, más aún después de haber estado varias semanas apartado por una dura lesión.

En 2018 también irrumpió Luca Marini . Alguien que por su apellido no dice mucho, pero sí por la sangre que corre por sus venas. El hermano por parte de madre de Rossi consiguió su primera victoria en el Mundial. Tras dar unos pasos más que desapercibidos en los años anteriores, en el presente curso Marini se ha postulado como el rival a batir en Moto2. Seguido muy de cerca por Marco Bezzecchi , otro producto, como no, de la VR46 Riders Academy.

Ambos también hicieron doblete en la carrera de este pasado fin de semana. Mejor resultado imposible. Brindaron además un gran duelo a los cerca de 10.000 espectadores que pudieron acceder al circuito en estos tiempos de pandemia. Una lucha en la que podían haber acabado por los suelos, y , con ello, un buen tirón de orejas del jefe.

En San Marino, de no ser por quedarse fuera del podio, Rossi vivió uno de los mejores días de su vida. Su proyecto y sus pilotos ganan . Tal era la felicidad del italiano que se permitió bromear sobre la carrera de sus aprendices en Motogp: «Durante la carrera me he dicho varias veces que vaya mierda haber creado esta academia. No sé si ha sido una buenísima idea».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación