MotoGP

Márquez: «No me quiero poner ningún objetivo»

EL piloto regresa 265 días después a la moto tras meses de incertidumbre: «Veía posible que no me pudiera recuperar porque no podía coger un vaso de agua»

Marc Márquez AFP

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Han sido 265 días fuera de las motos. Una eternidad. De ahí que el Gran Premio de Portugal cobre la mayor de las expectaciones, con un Marc Márquez sentado en la sala de conferencias, en segunda fila, eso sí, porque para él comienza este fin de semana el Mundial, pero son Johann Zarco, Maverick Viñales y Fabio Quartararo quienes lideran el campeonato.

Desde el 19 de julio de 2020, Márquez ha pasado por un calvario de hospitales, operaciones y rehabilitación que tiene su final hoy, cuando vuelva a subirse a la Honda. « Tenemos la incertidumbre de saber cómo será pilotar una moto nueve meses después . Ha sido un periodo verdaderamente difícil. Pero llega el momento de realizar el paso más importante de mi rehabilitación, y el que más firme tiene que ser. Estoy nervioso, con mariposas en el estómago. Es el momento de volver a disfrutar sobre la moto, del equipo». Sus rivales aplauden el regreso, conscientes de que 2020 fue extraño sin él. No duda ninguno de que Márquez se pondrá enseguida en forma, de que volverá a ser él mismo. Si no, admitía el de Honda, todos los esfuerzos no hubieran servido de nada. «Fue difícil decir que ‘no’ a Catar porque me sentía bien, pero no al cien por cien. Los médicos decidieron frenarme. Ha sido un periodo muy duro de dudas, de si volvería a pilotar o de si volvería a tener un brazo normal ». Incluso recuerda con respecto a la lesión de 2010, en la vista, de que esta vez sí veía posible que no pudiera recuperarse:«Es que no podía coger un vaso de agua».

Sin objetivo

De ahí que, al menos de cara a la galería, se lo quiera tomar con calma en esta vuelta al cole: «Todos están aquí con una motivación por las nubes y yo no estoy ahí todavía. No tengo ningún objetivo este fin de semana. Ahora es cuando comienza mi pretemporada. Todavía estoy en esa rehabilitación que tiene una parte física, y no estoy al cien por cien, pero a nivel óseo está todo bien y era el momento de volver, y también una parte mental: me tengo que volver a sentir piloto ». Intentará agarrarse a las sensaciones que le produjo el test privado que realizó hace justo un mes en este circuito de Portimao.

Desde ese día no toca la Honda, tampoco ha tenido demasiado entrenamiento, percibe la expectación generada y quiera rebajar la euforia:«Ahora no puede haber presión. Hay que pilotar de nuevo a 300 kilómetros por hora, y sentir que puede llegar una caída, que va a llegar , y mi cuerpo está preparado para ello. Es una lección importante en la vida, que hay mucha por delante si la cuidas, pero cuerpo solo hay uno». Vuelve hoy tras aquella caída del 19 de julio de 2020. «La llevo tatuada en el brazo. Pero tengo ganas de volver a pasar por esa curva en Jerez»

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