Márquez y Pedrosa, «maestros» del simulador

Entrar en un box es entrar en territorio Márquez, en territorio Pedrosa. En ese hábitat se mueven como nadie. Aunque en esta ocasión sea una reconstrucción del que pisan cada fin de semana durante el Mundial. El campeonato de 2015 comienza en seis días, en Qatar, pero Marc Márquez y Dani Pedrosa todavía tienen tiempo para hacer de anfitriones en su propia «casa» y tratar de enseñar las dificultades que entraña su profesión sobre la moto, aunque esta sea un simulador y no haya riesgo de caídas.

«Abres gas a fondo para dejar la moto de pie y recta. Y ahora para la curva, echa todo el peso hacia la izquierda, todo, todo. Saca el culo, el codo, la pierna, que si no no la mueves», comenta Dani Pedrosa, entre risas porque sabe del sufrimiento que están padeciendo sus alumnos.

Sin embargo, se toma muy en serio las lecciones. «Así, despacio, hacia la izquierda. Ya lo vas cogiendo», sonríe. Sonríe también porque tiene ganas de que el semáforo se ponga verde. «Siempre se puede mejorar, en todos los aspectos, pero hemos ido mejorando prueba tras prueba». Está preparado para el reto 2015 en el que sigue viendo a Márquez, Jorge Lorenzo y Valentino Rossi como los máximos oponentes.

El bicampeón de MotoGP también muestra su cara más educadora en una jornada relajada en la sede de Campus Repsol. «Ahí, saca la rodilla y túmbate, que esta no se cae», se ríe Márquez, como siempre, feliz con sus dos campeonatos con 22 años y a la caza del tercero. Con una mejor preparación de pretemporada que el año pasado -se rompió el peroné pocas semanas antes del comienzo del Mundial-, el de Cervera sigue aspirando a todo, aunque cada vez lo vea más difícil porque todos los pilotos le han «cogido la matrícula». Sin embargo, volverá a demostrar que lo suyo no es un rayo de suerte multiplicada en dos temporadas. Así lo refrendan sus preparativos para 2015, con los mejores tiempos en Sepang y con mejores sensaciones cada día.

En el box también hay ruedas, latas de aceite y monos de faena. Dani Pedrosa y Marc Márquez se enfundarán en ellos y volverán a pasear por ese hábitat que les es como una segunda casa en apenas unos días. El Mundial comienza y afinan las sonrisas.