Llegó la hora

Tras cuatro años, llegó el momento de los Juegos Olímpicos. La competición deportiva por excelencia en la que el fútbol se convierte en un deporte menor y deja paso a deportes que normalmente no tienen el reconocimiento ni el seguimiento que se merecen.

Durante estos quince días intentaré escribir sobre baloncesto y nuestras selecciones, pero siempre guardaré un espacio para las gestas y los grandes logros. Espero poder transmitiros mis pensamientos y opiniones de la mejor forma posible. Para mí, los Juegos Olímpicos son un sueño, el cual me gustaría alcanzar en algún momento. Es el punto de encuentro de los mejores deportistas del mundo de más de 200 países diferentes.

He tenido la suerte de poder trabajar en centros de alto rendimiento, tanto en Madrid como en Australia (AIS), y he podido ver y sentir todo el trabajo que hay detrás de los nadadores, de las atletas, de los luchadores.

horas y horas de duro entrenamiento, en muchos casos en soledad, sin apenas reconocimiento público y a los que en estos días se les va a poner sobre sus hombros la presión de representar a todo el deporte español en sus disciplinas. Entrenan con el objetivo de mejorar cada día, pero sabiendo que una medalla en unos juegos o "simplemente" conseguir la clasificación sería una hazaña que recordarán para el resto de su vida.

Rafa Nadal es el abanderado en estos Juegos. Creo que es un espejo en el que mirarse, un ejemplo para todos por su esfuerzo, su compromiso, su deportividad y su lucha hasta el último punto de partido. Cumple a la perfección los valores olímpicos.

Ha llegado el momento para todos nuestros representantes: vuestro momento. Solo por el hecho de estar allí ya tenéis todo mi reconocimiento. Desde España os estaremos animando pese al desajuste horario y conseguiremos que Cristiano, Messi, etc. queden en un segundo plano.

¡Mucha suerte y a por ellos!