Por encima de un resultado en concreto me gustaría resaltar un matiz importante que estoy apreciando en casi todos los partidos: Prácticamente todas las selecciones tienen tres o cuatro jugadores de categoría para hacer daño al rival, por eso creo que la clave puede estar en el nivel defensivo. En las selecciones hay poco tiempo para trabajar esto y faltan automatismos en las zagas. Harían falta muchos más entrenamientos. Eso está añadiendo emoción a los encuentros porque se defiende a veces más por la calidad que por otra cosa. Así resulta muy difícil cerrar un resultado porque hasta el equipo inferior puede marcar al final.

      En cuanto a selecciones, del domingo destaco a Croacia. Como apuntamos, tiene jugadores y capacidad para jugar bien y ganar a cualquiera. Sufre sin balón, pero es temible cuando tiene la pelota. Tengo la impresión de que Turquía pudo hacer más daño, pero colectivamente ha confirmado que es un rival inferior a los croatas. De nuevo, un resultado ajustado.

      Lo mismo ocurrió con Polonia, de quien me gustaría destacar a Milik y Blaszczykowski, dos futbolistas que aportan mucho. Irlanda del Norte tiene mucho mérito pero no mostró mucho más. Vamos a ver cómo compiten los polacos ante Alemania, que ganó el partido más divertido de lo que llevamos de torneo. Ucrania tiene un potencial extraordinario arriba, pero no marcó y en la segunda parte bajó mucho en el aspecto físico.

      Tengo muchas ganas de ver el debut de España ante un equipo tácticamente fuerte como el checo. El estreno no es definitivo, pero ojalá el equipo de Del Bosque pueda tener un buen inicio y nos ilusione a todos.