Fútbol

Valverde se negó a cambiar el orden de los partidos

El técnico fue consultado por el club antes de comunicar a Competición que no quería jugar en el Bernabéu

Fernando Rojo / Sergi Font

El cuerpo técnico y la plantilla del Barcelona suelen tener mucho peso en la mayoría de decisiones deportivas que toma el club. Y también en las extradeportivas, como s e comprobó el 1-O, día del referéndum ilegal , cuando los pesos pesados del equipo decidieron que el partido ante Las Palmas debía jugarse ante las dudas del club y las propuestas de algunos de directivos de no saltar al campo como protesta por los incidentes que se estaban viviendo. Con el debate generado en torno al clásico y la propuesta de alterar el orden del calendario la decisión, de nuevo, se ha tomado desde el vestuario.

Concretamente, ha sido Ernesto Valverde el que se negó en rotundo a la posibilidad de que el próximo 26 de octubre se juegue en el Bernabéu y así se lo hizo saber a Josep Maria Bartomeu . Los argumentos del entrenador eran claros. Primero consideraba que un viaje a Madrid alteraba sus planes y perjudicaba a la preparación de sus futbolistas porque tres días antes jugaban en Praga y tres días después recibían al Valladolid. Y segundo porque entiende que jugar ahora en el Bernabéu, con la tensión social existente y la crispación generada por el secesionismo , sometería a su equipo a una presión excesiva en un escenario hostil.

Al Barcelona le pilló por sorpresa la petición de la Liga. Los altos jerifaltes del club catalán se encontraban en la entrega de la Bota de Oro a Leo Messi y congelaron cualquier decisión hasta consensuarla con los protagonistas del partido. En cuanto acabó la gala mantuvieron una charla con Valverde, en la que el técnico expuso su criterio y el club lo aceptó. A primera hora de la tarde ya tenían claro que el mensaje era que el clásico no se trasladaba al Bernabéu y ayer mismo por la mañana le comunicaron su decisión al Comité de Competición a pesar que tenían tres días de margen para hacerlo.

« Es cierto que hubo un planteamiento de cambiar el orden . Nosotros no lo terminábamos de ver. Hay que respetar no solo el calendario si no también a los aficionados», reconoció ayer Valverde antes de viajar a Vitoria para enfrentarse mañana al Eibar. El técnico, que se alineó completamente con el comunicado del Barcelona en el que criticaba la sentencia contra los políticos implicados en el «procés», abogó por mantener el encuentro y ni siquiera aplazarlo: « Quedan nueve días para ese partido y se está hablando demasiado . Como se comenta, el 1-O se jugó y una semana después fuimos al Wanda. Todo el mundo preveía un choque dramático y luego fue un gran partido donde la gente se expresó sin problema. Hay margen. Si el partido fuera mañana o pasado, quizá... pero quedan nueve días. Es una oportunidad para demostrar muchas cosas, que ese partido se puede disputar, que respetamos al rival, que dentro de unas normas de civismo se puede celebrar . Hay que eliminar a esos agoreros que dicen que no se puede jugar. Está programado para el 26 y no tengo dudas de que se celebraría sin problemas», zanjó convencido.

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