Las marcas de los golpes recibidos por uno de los jugadores
Las marcas de los golpes recibidos por uno de los jugadores - @UDCToficial
Fútbol juvenil

Salvaje agresión al equipo juvenil de la UDC Torredonjimeno

Cuarenta personas acorralaron en el túnel de vestuarios a los jugadores, que recibieron todo tipo de golpes e insultos

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«El árbitro se quedó en el centro del campo esperando que llegaran las Fuerzas de Seguridad que había reclamado. Debía olerse que algo podía ocurrir y no se equivocó». Al término del partido que disputaba el pasado fin de semana en Almería, el equipo de Liga Nacional Juvenil de la UDC Torredonjimeno (Jaén) vivía una pesadilla en el túnel de vestuarios que muchos de sus jugadores tardarán tiempo en olvidar. «Había unas cuarenta personas. Los golpearon con ira y tuvieron que escuchar cómo les decían que iban a matarlos», explica a ABC el presidente del club. Manuel Anguita no entiende y aún se pregunta qué pudo provocar los graves incidentes que se produjeron en la Ciudad Deportiva Los Ángeles de la capital almeriense.

Solo sabe que ocho de sus futbolistas tienen ahora partes de lesiones y que alguno de ellos «incluso tiene miedo de volver a tener que jugar allí». Los hechos ya están denunciados ante la Federación andaluza y la Guardia Civil.

«Quizá no debimos meter ese gol en el tiempo de prolongación. Supuso el empate (4-4) y tras el saque de centro se pitó el final del partido. Ahí empezó todo. Comenzaron a escucharse insultos y amenazas desde las gradas y el árbitro se quedó en el centro del campo. No quería retirarse porque en estas categorías todo se sabe y debía estar advertido de que es un campo complicado». El presidente de la UDC Torredonjimeno cree que el equipo rival, el CD Oriente, y su afición no encajaron bien el empate porque el partido se había desarrollado con normalidad. «No hubo incidentes graves previos, solo los típicos lances de un encuentro de fútbol». Tampoco existían cuentas pendientes de otras temporadas porque los jiennenses debutan este curso en la categoría y nunca se habían enfrentado a los almerienses. Un estreno que ni el presidente ni sus jugadores olvidarán.

Marca de unos tacos en la espalda
Marca de unos tacos en la espalda

Aunque los ánimos estaban muy caldeados tras el partido, los futbolistas visitantes optaron por retirarse a los vestuarios después de permanecer unos minutos sobre el terreno de juego. «¿Cómo iban a poder imaginarse lo que les esperaba?», se pregunta Manuel Anguita en conversación con este periódico. Al llegar se encontraron una desagradable sorpresa. «Las puertas estaban cerradas y unas cuarenta personas acorralaron en el túnel a los chavales (de 16 a 18 años). Fue una encerrona. Los agredieron de forma salvaje, recibieron puñetazos y patadas por todo el cuerpo. Tenían ira». Les dijeron todo tipo de insultos y tampoco faltaron las amenazas. «"¡Os vamos a matar!"», les gritaban.

Desde el centro del campo, el árbitro, el almeriense Fernández Cintas, pudo divisar los incidentes, aunque no con detalle, y los reflejó en el acta del partido. También los insultos y las graves amenazas que tuvieron que escuchar él y sus asistentes cuando estaban en el centro del campo esperando la llegada de la Policía Nacional. «Sois unos sinvergüenzas. Me cago en tus muertos línea, ya te tendré que ver por Almería y matarte», increpó a uno de sus auxiliares una de las personas que se acercó hasta ellos.

«En mi retina tengo a un niño, que no pasaría de 12 o 13 años, propinándonos patadas junto a los mayores que le acompañaban. Es algo que no podré olvidar. Pasamos mucho miedo porque yo llegué a pensar que nos podrían sacar hasta navajas», explicó Manuel Ángel Molina Martos, técnico visitante, en declaraciones a «Jaén en Juego». El entrenador había sido expulsado en el minuto 55 por protestar una decisión arbitral.

Presos del pánico, varios jugadores de la UDC Torredonjimeno intentaron escapar por el único sitio posible para que no les siguieran pegando: una valla de tres metros que escalaron para huir. «Uno de los chicos se lesionó el tobillo al caer desde esa altura», explica el presidente.

Frente magullada de un jugador
Frente magullada de un jugador

«La llegada de la Policía Nacional calmó los ánimos, pero mi equipo lo que quería era montarse en el autobús y salir de allí cuanto antes. Uno de los jugadores sufrió una crisis de ansiedad. No pusimos denuncia en Almería porque nos dijeron que lo podíamos hacer en Torredonjimeno. Y eso es lo que hemos hecho», añade Manuel Anguita. Los hechos también se han puesto en conocimiento de la Federación Andaluza de Fútbol para que adopte las decisiones oportunas. Se han aportado los partes de lesiones que recibieron ocho jugadores. «No podemos permitir que esto vuelva a suceder. Ni a mi equipo ni a ninguno. Son chavales y pasaron mucho miedo», se lamenta el dirigente del club jiennense.

Después de conocerse esta agresión, numerosos clubes de la provincia de Jaén y del resto de Andalucía mostraron su solidaridad al UDC Torredonjimeno, que tiene a su primer equipo en el Grupo IX de Tercera División.

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