Football Leaks

Un látigo en la élite del fútbol

La web Football Leaks ha desvelado contratos, cláusulas sorprendentes y cifras de los manejos ocultos en los fichajes

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El fútbol miró de reojo y cierto aire de suficiencia las primeras ocurrencias de un portal que pretendía emular en versión deportiva a Wikileaks, el sitio web creado por Julian Assange que publicó documentación oculta centrada sobre todo en la actividad exterior de los Estados Unidos. Pero la filtración de documentos oficiales, contratos de jugadores, cifras de traspasos, cláusulas de penalización y demás actividad económica puesta en común en internet ha desembocado en otro escenario. Acusaciones de extorsión, investigaciones policiales, intervención gubernamental y una flota de detectives privados rastreando al servidor. Y consecuencias concretas: el presidente del club holandés Twente ha dimitido por las revelaciones de Football Leaks.

Este tipo de fugas no existían en el fútbol hasta el pasado septiembre, cuando la web chapoteó en Holanda y expuso que un acuerdo entre el Twente y el holding Doyen había vendido un determinado número de jugadores, incluyendo al extremo Dusan Tadic al Southampton.

Un préstamo de cinco millones de euros obligaba al Twente a vender a cinco de sus jugadores para devolver el dinero a Doyen. Ese arreglo fue investigado por la Federación Holandesa y la conclusión fue devastadora: el enlace con el fondo de inversión no era reglamentario según las normas de la Eredivisie (el campeonato holandés) y el club de Enschede ha sido castigado. No podrá participar en competiciones europeas en tres años.

La renuncia de un presidente y una entidad sancionada. El primer informe de Football Leaks tuvo un gran efecto.

Una de las claves de su impacto es el ideario colectivo que ha empezado a circular, impulsado por los poderes fácticos del fútbol. En vez de analizar los documentos y su veracidad, la opinión pública se pregunta quién está detrás de la web. Se sabe que ha venido operando a través del servidor ruso Yandex, hasta el cierre de su cuenta en la nube, aunque su origen se supone en Portugal. Diversos medios han deslizado que el autor es un estudiante luso que reside en la República Checa. Desde el país vecino se ha sugerido que, además de la investigación en marcha de la Policía, también se ha activado un ejército de rastreadores web desde el despacho de Jorge Mendes, el poderoso agente que representa a muchos de los futbolistas afectados por las filtraciones de Football Leaks.

Después del cierre de la nube apareció una nueva versión, una copia de seguridad en los servidores rusos, blogs de WordPress que han utilizado esta plataforma para convertir a Football Leaks en uno de los sitios más leídos de internet. A ellos contribuye la entidad de las primicias. El traspaso de Luis Suárez al Barcelona procedente del Liverpool (82 millones), los contratos de publicidad firmados por Neymar con Doyen, el movimiento que fue récord mundial en la historia de los fichajes (los 100 millones que pagó el Real Madrid al Tottenham por Gareth Bale), el preacuerdo de David de Gea con el Real Madrid (cobró 10 millones y no jugó nunca) o las etéreas comisiones en el canje de Casemiro (1,26 millones).

En Inglaterra han causado un gran revuelo los detalles de algunas transferencias que afectan a los clubes de primer nivel. Por ejemplo el traspaso del defensa francés Eliaquim Mangala del Oporto al Manchester City se cifró en 42 millones de euros, mientras que el documento oficial aportado por Football Leaks especifica que el precio fue de 24. También epató la cláusula en la ficha del delantero francés Anthony Martial con el Manchester United, procedente del Mónaco: 10 millones de euros si llega a estar nominado para el Balón de Oro.

En el punto de mira se encontraba el traspaso de Falcao. El vox pópuli aireó que el Mónaco abonó 55 o 60 millones al Atlético, cuando la realidad del contrato establece 43.

Football Leaks va genial para el cotilleo sobre los sueldos, un clásico en el fútbol. James cobra 7,76 millones, Carvajal, 2,5 y Jan Oblak, 1,6 antes de su renovación.

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