Portugal

Insólito: un dron del Benfica en el partido del Oporto

Los ultras del equipo de Íker Casillas montaron en cólera y gritaron: «Ojalá el avión del Chapecoense hubiera sido del Benfica»

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Punto final a la temporada en Portugal con un hecho insólito. El Benfica llegó a la última jornada con su 36º título de Liga en el bolsillo, pues lo había conquistado ganando en casa al Vitória Guimaraes siete días atrás. De manera que su empate a 2 con el Boavista resultaba un mero trámite, como también el desplazamiento del Oporto de Íker Casillas a Moreira de Cónegos, donde cayó estrepitosamente por 3 a 1.

Cuando el marcador señalaba todavía 2-0 en el terreno del Moreirense, un ruido sobresaltó desde el aire a los espectadores. Todas las miradas se volvieron hacia el cielo… y ahí surgió un dron con una bandera roja del Benfica, el eterno rival portuense, donde podía verse el número 36 en grande para realzar los campeonatos conquistados por las ‘águilas rojas’.

Los seguidores del Oporto que se encontraban en el campo, situado a solo 50 kilómetros de la ciudad, montaron en cólera. Como prueba de que no les hizo ninguna gracia, los denominados Super Dragoes (la banda ultra más conocida del club) desenterraron entonces un lamentable grito de guerra: «Ojalá el avión del Chapecoense hubiera sido del Benfica», en referencia a la tragedia aérea sufrida el año pasado por el equipo brasileño, que perdió a 22 jugadores y técnicos cuando se disponía a viajar a Colombia para disputar la final de la Copa Sudamericana 2016 (equivalente a la Europa League) frente al Atlético Nacional.

Los radicales ya habían entonado antes tan desafortunado cántico (en el Benfica-Oporto del pasado 1 de abril en el Estadio Da Luz y en u n encuentro de balonmano entre ambos), pero la polémica generada por semejante barbaridad llevó a sus cabecillas a prometer que nunca más volverían a enarbolarlo.

El no menos controvertido grupo de animadores ha quebrantado ahora su palabra por considerar que el dron del Benfica en pleno partido del Oporto sobrepasa los límites de la provocación. Su ira se desató sin dilación, en vista de que el aparato permaneció en el aire durante varios minutos, y algunos de sus líderes acudieron a una comisaría para denunciar los hechos, prueba palpable de su indignación.

La incógnita es ¿quién se encargó de poner en circulación este dron? Al parecer, fue un seguidor anónimo del Benfica quien tuvo una ocurrencia de este calibre, aunque ahora puede volverse en su contra si se cumple la determinación de los Super Dragoes para dar con su paradero.

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