España-Italia

Suso, la estrella anónima de España

Creció en el Liverpool, brilla ahora en el Milán y Lopetegui le concede su primera experiencia en la selección

Suso, durante la concentración de la selección en Las Rozas Belén Díaz
Enrique Yunta

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Entre el griterío de los chiquillos, desatados ayer en la jornada de puertas abiertas de la selección española en Las Rozas, un niño, con toda su inocencia, le pregunta a su padre: «¿Quién es Suso?». El padre se revuelve como puede y al menos acierta en la respuesta («uno del Milán», dice), pero tampoco conoce mucho más del protagonista, sorpresa relativa en la lista de Julen Lopetegui para estos encuentros ante Italia y Liechtenstein. Suso, el Suso que quiere conocer ese muchacho, es Jesús Joaquín Fernández Sáez de la Torre, un gaditano de 23 años que, efectivamente, juega en el Milán, e incluso es una de las estrellas de ese equipo, que viene a ser de los mejores de la historia del fútbol. Mide 176 centímetros, pesa 72 kilos y, ahora, espera su momento para jurar bandera con España y estrenarse con los mayores.

Queda, pues, presentar en condiciones a este futbolista que gusta mucho a Julen Lopetegui , tanto que incluso le tanteó para el Oporto cuando el actual seleccionador dirigía a la entidad portuguesa. «Es un chico que conocemos muy bien de categorías inferiores, que ha tenido una progresión continua y adecuada en las últimas temporadas, en las que se ha asentado en la élite asumiendo un rol diferente al que tenía en otros equipos», explicó el técnico cuando dio la lista, justificando una decisión que provocó alguna que otra cara de sorpresa. «Hemos estado atentos a lo que ha hecho en Italia y ha arrancado muy bien esta temporada. Viene porque tiene talento, se lo merece y nos va a ayudar. Es un jugador de talento, de buena pata, con regate y fútbol. Es dinámico, mezcla bien con nuestra manera de jugar. Nos gusta». La descripción, desde luego, deja en muy buen lugar a Suso .

Se formó durante cuatro años en Cádiz hasta que se fue, con 16 años, a Liverpool, seducido por la llamada de Rafael Benítez. Era irreverente, un pelotero con desparpajo y atrevido, pero fue perdiendo protagonismo cuando llegó Brendan Rodgers al banquillo de Anfield y, en el curso 2013-14 se marchó cedido al Almería en el que es su único contacto con el fútbol español. Cogió un avión de vuelta a Liverpool, creció al estilo británico y en 2015 se atrevió con una nueva aventura al aceptar la oferta del Milán. Por 200.000 euros, un pellizco comparado con los precios de hoy en día, Suso dio el salto al Calcio.

De «Don Nadie» a la cima

Dicen que tiene cosas de David Silva y le llaman ahí el «jilguero» por su agilidad y rapidez, atrevido al vestir el 8 del Milán con el que brillaron estrellas de San Siro como Ancelotti, Rijkaard y Gatusso. Y eso que en los inicios, al tener poco peso cuando mandaba Sinisa Mihajlovic (doce partidos seguidos en el banquillo y dos a la tribuna), se fue cedido al Génova, pero se le abrió la puerta del cielo cuando Vincenzo Montella pasó a ser el entrenador del Milán. El «signor nessuno» (señor nadie), como se le bautizó en alguna crónica, ha pasado a ser un líder indiscutible.

«Es un premio y estoy muy orgulloso de estar aquí», explicó ayer ante los medios, debutante en esa faceta. «Ha sido una semana muy bonita y el Milán es un equipo muy grande que si haces las cosas bien tienes la oportunidad de estar en la selección», reconoce. «Los primeros días han sido muy bonitos. Compartir vestuario con jugadores tan grandes y en la mejor selección es muy bonito. Siempre he estado fuera, salvo un año en España , y sí que es verdad que a la hora de ver la evolución de alguien, se ve un poco menos. Lo estoy haciendo bien, estoy muy contento de estar aquí, que para mí era un sueño». Y como no todo el mundo sabe de él, y para facilitar el trabajo al personal, él mismo se presenta en sociedad. «Puedo jugar por dentro, por fuera, me gusta venir a jugar en corto, en largo, con la filosofía de la selección ya que siempre he estado en las categorías inferiores. Puedo aportar mi grano de arena».

Jugador con gol

Tiene, siguiendo la moda, los brazos tatuados, luce un enorme reloj y se presenta, como es tradición, con el inseparable neceser que llevan los jugadores a todas partes. La gente que le conoce dice de él que Suso ha madurado notablemente, que ha cambiado y su cabeza está centrada. A lo largo de su etapa de crecimiento, tuvo algún episodio de conducta sonoro, como cuando se le sancionó en Inglaterra por llamar «gay», siempre en tono de broma, a su compañero José Enrique . Su irregular actuación en el Almería supuso que se hablara con frecuencia de una actividad dispersa y ahora, en Milán, todo son buenas palabras y aplausos, lo habitual cuando las cosas salen bien.

El centrocampista, también muy útil como mediapunta por su olfato y buena llegada, marcó siete goles y entregó 11 asistencias en la última temporada y en el comienzo de esta Serie A ya lleva dos goles y dos asistencias. Está a punto de renovar, no hay motivos para dejar el Milán, y solo le queda bautizarse con España. Este es Suso.

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