Fútbol

Barcelona, temor a otro drama europeo

Tres eliminaciones consecutivas en cuartos de final atenazan a un equipo que se ha marcado la Champions como objetivo prioritario este año

Messi y Luis suárez se ejercitan en Old Trafford AFP

Sergi Font

La hora de la verdad se acerca para un Barcelona al que no le consuela tener encarrilada la Liga y un puesto asegurado en la final de la Copa del Rey , como la pasada temporada. La dolorosa eliminación en cuartos ante la Roma en la última edición de la Champions League todavía escuece y el duelo ante el Manchester United es el bálsamo en el que los azulgranas esperan cicatrizar la herida y acabar con la maldición de las últimas ediciones. Tras conquistar la orejona en 2015 suman tres eliminaciones consecutivas en cuartos de la Champions coincidiendo con tres títulos del Real Madrid . Una concatenación de sucesos, ligeramente atemperada tras la eliminación del club blanco ante el Ajax en octavos, que llevó a convertir la Liga de Campeones en la gran prioridad de la presente temporada.

«Prometemos que haremos todo lo posible para que esa copa tan linda y tan deseada por todos vuelva a estar acá» , soltó Messi en su primer parlamento en el Camp Nou como flamante capitán. Dio el visto bueno a la petición de la directiva, a la ilusión de la afición y elevó el listón de la exigencia a lo más alto. El dominio absoluto en los campeonatos nacionales (ha ganado siete de las últimas diez Ligas y cuatro Copas consecutivas) contrasta con la hegemonía perdida en Europa y que ahora el argentino y sus compañeros quieren arrebatarle al Real Madrid.

Es palabra de Messi y eso siempre hay que tenerlo en cuenta, aunque llegue a Mánchester acusando unas molestias en el pubis que no le permiten entrenarse con normalidad. Sus números siguen siendo brutales: 43 goles esta temporada (33 en Liga, 8 en Champions y 2 en Copa) y suma seis partidos seguidos viendo puerta, en los que ha anotado 10 goles. «¿Qué clase de plan puedes hacer para frenar a uno de los mejores del mundo? Messi es un jugador fantástico, uno de los mejores de historia, una de las mejores individualidades que he visto. Pese a todo, no es imposible de parar . Esto no es un Messi contra el Manchester United, sino un partido entre el Manchester United y el Barcelona», avisa el técnico Gunnar Solskjaer .

En Barcelona y en el Barcelona solo se habla de esta eliminatoria desde hace semanas. Encantados por haber evitado al Manchester City y a la Juventus en el cuadro del sorteo, no olvidan lo que pasó el año pasado y las similitudes con las que se llegó al duelo ante la Roma. Los azulgranas se sentían favoritos. Ymás tras ganar en el Camp Nou por un contundente 3-1. Pero el cansancio agarrotó al equipo en Roma atenazado por la acumulación de minutos en sus jugadores importantes y la poca predisposición de Valverde a las rotaciones. Meses después, Luis Suárez reconocía que debería haberse dosificado y no haber jugado el partido previo a la vuelta europe a, ante el Leganés y con la Liga casi decidida. La situación del uruguayo es un calco a la de entonces. Con continuos problemas en la rodilla, el charrúa ha jugado los últimos 20 partidos , 16 de ellos completos. Su aportación ha sido clave esta pasada semana (empató ante el Villarreal y encarriló la victoria ante el Atlético) pero su asignatura pendiente sigue siendo Europa , donde no marca fuera de casa desde el pasado 16 de septiembre de 2015.

La maldición de cuartos

Tres eliminaciones consecutivas en cuartos estigmatiza al Barcelona y la eliminación en Roma sigue pululando como el fantasma invisible que aterroriza a los niños por las noches. «En el momento le di bastantes vueltas. Ahora ya, no muchas. Aquella derrota la vimos más como un estímulo que otra cosa », reconoce Valverde, que advierte: «Conociendo las cosas que nos han sucedido, tenemos que poner un remedio. Y ese partido nos tiene que servir».

El vestuario prefiere mirar hacia delante. « No quiero comparar con otros años . Estamos en buena situación. Estamos jugando bien y consiguiendo buenos resultados. Venimos sabiendo la dificultad de jugar en Old Trafford, donde la gente aprieta mucho, pero esperamos hacer un buen partido y ganar. Presión no tenemos mucha . Hay mucha ilusión, presión tendríamos si llevásemos 20 años sin ganarla. Tenemos ilusión por hacerlo bien», trata de convencer Piqué. En el seno del equipo hay más confianza que en la calle y Valverde procura transmitirlo : «Es un buen momento porque estábamos esperando esta competición desde que pasamos contra el Olympique. Tenemos ganas de enfrentarnos al United , con este ambiente y con lo que hay en juego».

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