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Liga BBVA

Tediosa victoria de domingo por la tarde

El Barcelona golea al Levante (4-1) en un partido plácido en el que Messi metió dos goles y falló un penalti

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Un partido contra el Levante el domingo por la tarde es lo que da sentido al fin de semana, lo que mantiene la esperanza entre la fiesta de cumpleaños de una amiga de tu hija y los almuerzos familiares. Fútbol. Barça. Aunque sea contra el Levante. Que un poco de simplicidad masculina, eufórica y vibrante, nos ayude a compensar el falso gótico de tantas damas.

[ Así hemos contado el partido]

El Barça empezó con novedades, incluso con frivolidades, como una delantera con Munir y Sandro. Esas coqueterías que cada entrenador quiere tener de vez en cuando, hasta que se da cuenta de que los puntos le hacen falta. El equipo se iba poco a poco adaptando a tales particularidades, probando por aquí y probando por allá sin que nada notable pasara.

Pero ¿qué más quieres, camarada? Era domingo y jugaba el Barça. Mi mujer al Liceo, la niña durmiendo y la casa en calma.

El Levante no hacía nada y el Barça presionaba y recuperaba: en el minuto 10 tenía una posesión del 80 por ciento. Era el típico partido aburrido y confortable en que te puedes ir al baño tranquilo, seguro de que no va a pasar nada.

En el 15 Messi hizo lucir al portero Rubén con un doble disparo, luego volvió la calma. Munir hizo la falta en el 20 de quien no acaba de encontrar su lugar en el campo. Cuando este chico debutó con el primer equipo, lo comparaban con Raúl, por su descaro, pero ha perdido la espontaneidad, el swing que le caracterizaba. Neymar la tuvo tras un furioso contraataque, pero chutó demasiado cruzado. El Barça tocaba mucho y generaba poco, por no decir casi nada. El Levante cerraba espacios y molestaba. Ghilas tuvo algo parecido a una ocasión pero la desperdició con un disparo lamentable.

Munir volvió en el 27 a dar muestras de su precipitación, queriendo culminar una jugada en lugar de aprovechar una opción mejor de pase. Luis Enrique hizo evidente su enfado desde la banda. Nada hay más irritante que un precipitado. Entre Messi y Sandro hicieron algo en el 35, peligroso por parte de Messi, que se encontró con otra gran parada de Rubén, y mediocre por parte de Sandro, que chutó mal y desviado.

Messi, que lo hace todo, saltó entre dos torres para conectar un potente cabezazo, aunque demasiado alto. El Barça se impacientaba. Luis Enrique reclamaba a los recogepelotas que devolvieran el balón más rápido. Lucas Alcaraz parecía tener el partido más donde él quería que donde lo quería el Barça.

La primera parte acabó sin más y la segunda empezó como quien pide una cerveza antes de empezar a comer en un buen restaurante. Vulgar. Impresentable. Los chicos del Levante, ordenados. Los del Barça, con un principio de impotencia que Bartra rompió en el 50 con un apreciable control con el pecho a medio salto, dentro del área, y un chut en el descenso que supuso el primer gol del partido. Neymar casi marca el segundo en la siguiente jugada.

El tono del partido cambio pero no su dinámica; y abierta ya la lata, y entre rebotes y un bosque de piernas, Neymar logró en el 55 el 2 a 0. Para celebrarlo, como Bartra había hecho antes, agitó una camiseta de Rafinha, dramáticamente lesionado. En el 60, Neymar fingió un penalti y el árbitro cayó en la trampa. Messi lo transformó y Busquets fue sustituido por el joven Gumbau. En el Levante, Casadesús entró por Ghilas.

Ter Stegen cantó en el único trabajo que tuvo. Salió a por manzanas en un centro inocente que Casadesús pudo rematar a placer en el minuto 65. Poco después Trujillo le hizo un innecesario y absurdo penalti a Messi, tan absurdo como Messi fallándolo. De todos modos pudo el astro resarcirse marcando en el descuento su segundo tanto y el cuarto del Barça, en otro balón recuperado por Bartra.

El Barcelona despachó el partido con la pereza con que nosotros resbalamos del domingo por la tarde al lunes por la mañana. Entre la rutina y el bostezo, entre el deber cumplido y el «quizá tengan razón los días laborables» de Jaime Gil de Biedma, quirúrgico y memorable.

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