Freddie, el perro que destrozó las entradas del seguidor del Norwich
Freddie, el perro que destrozó las entradas del seguidor del Norwich
INGLATERRA

El perro que estuvo a punto de romper el sueño de una final en Wembley

Un hincha del Norwich casi se pierde el ascenso de su equipo a la Premier porque su mascota destrozó sus entradas

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Norwich fue este lunes una fiesta continua desde que el equipo más representativo de la ciudad venció al Middlesborough en la final de la Championship y logró el regreso a la Premier League. Entre tanta felicidad destacó especialmente la de un aficionado que a última hora pudo cumplir su gran deseo: vivir en directo el éxito del conjunto amarillo. Matt Grimmer, un hincha de 41 años, estuvo a punto de no poder asistir al partido que más deseaba de la temporada porque su travieso perro había destrozado las tres entradas que había comprado para él y dos de sus hijos.

Grimmer, un fanático del Norwich, lo tenía todo planeado y había comprado tres entradas para acudir a animar a su equipo en el partido más importante del curso.

Sin embargo, el pasado miércoles estuvo a punto de sufrir un ataque al corazón cuando recibió dos llamadas de su esposa mientras se encontraba en una reunión de trabajo. Ante la insistencia de su mujer, abandonó la sala para recibir la peor de las noticias: el perro de la familia había destrozado las tres entradas.

Las entradas habían llegado solo un día antes por correo a su domicilio y las había dejado en un lugar supuestamente seguro. Pero Freddie, como se llama su perro, demostró sus dotes como rastreador y llegó hasta ellas para dar el peor de los disgustos a su dueño. Literamente, destrozó las tres localidades.

Una solución de emergencia

A punto de darle un infarto cuando vio el estado de las entradas, Grimmer se tranquilizó y trató de arreglar el desaguisado recurriendo a un rudimentario rollo de celo. El milagro no fue posible y al día siguiente se presentó en las oficinas del Norwich para buscar una solución. Los empleados del club creyeron que la suya era una excusa más de las empleadas por los aficionados en estos casos para conseguir una localidad, pero se quedaron de piedra cuando el pobre hincha sacó de su bolsillo las localidades y estuvo a un paso del llanto.

Afortunadamente para el apasionado hincha, sus hijos y especialmente para su perro Freddie, en las oficinas de los «canarios», apodo con el que se conoce al Norwich, atendieron con diligencia a Grimmer y consiguieron que en Wembley, escenario en el que se celebró la final, imprimieran las entradas otra vez.

El fiel hincha del Norwich pudo recogerlas solo tres antes del inicio del duelo y ver el triunfo que devolvió a su querido equipo a la Premier. Una alegría que sirvió para olvidar los nervios y la semana de angustia vivida para poder asistir al partido.

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