El Barça puede devolverle el alirón al Atlético

Apenas un año después de que el Atlético de Madrid se proclamara campeón de Liga en el Camp Nou, el Barcelona podría devolverle la jugada al conjunto rojiblanco. El tropiezo del Real Madrid ante el Valencia permite a los azulgranas tener la primera opción de ganar el título el domingo con un triunfo en el Vicente Calderón sin depender de lo que hagan los blancos. Es el primer match point de la temporada, como dicen en la arcilla.

Las cuentas han quedado muy claras para el Barça después del empate del Madrid y su triunfo ante la Real Sociedad. Quedan seis puntos (dos jornadas) en juego y son cuatro los de ventaja favorables a los de Luis Enrique. Así que ganar al Atlético significaría convertirse en campeones de Liga.

Todo lo que no sea sumar los tres puntos, podría provocar que el título se decidiera en la última jornada si el Madrid saca adelante su visita al Power8 Stadium. El Barça recibe al Deportivo en esa fecha y el equipo blanco al Getafe.

La plantilla del Barcelona siguió con atención el duelo del Bernabéu y el cuerpo técnico no abandonó el Camp Nou hasta que no finalizó el partido. La situación dio pie a que se viviera un momento simpático en la sala de prensa del estadio barcelonista. Luis Enrique estaba ofreciendo su rueda de prensa cuando el Valencia logró el segundo gol, lo que provocó un griterío en el vestuario azulgrana que se oyó en la propia sala de prensa. El técnico dejó de hablar un momento y, después de escuchar los gritos, dijo: «Gol. ¿A ver? Ya está claro de quién ha sido».

El Barcelona tiene ante sí una semana muy importante, en la que podría alzar un título y quedarse muy cerca de un segundo. La cuesta comienza el martes, con la visita al Allianz Arena de Múnich. Allí espera el Bayern de Guardiola ávido de venganza tras el 3-0 encajado en el Camp Nou. Si no hay remontada, el equipo azulgrana sellará su presencia en la final de la Liga de Campeones, que este curso se disputará en Berlín. El domingo llegará el final del puerto, con el posible alirón en el Calderón. Con este panorama, hasta Luis Enrique concede alguna sonrisa.